
A veces nos centramos tanto en buscar agua en Marte o nuevos exoplanetas que nos olvidamos de otros mundo también importantes. Por ejemplo, saber cómo se formó Neptuno. Después de que Plutón fuese rebajado a planeta enano, este es el último conocido en el Sistema Solar y más alejado de su estrella. ¿Qué hay de extraordinario en su creación?
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La formación de Neptuno

Lo cierto es que existen diversas teorías y no se sabe exactamente el origen de este mundo. De hecho, incluso hay polémicas a la hora de establecer con exactitud cómo se forman los planetas alrededor de una estrella.
En este caso la teoría de la formación por acreción del núcleo, que es la más aceptada para planetas rocosos como la Tierra, no funciona tan bien para gigantes gaseosos como Neptuno, por lo que muchos optan por el método de inestabilidad del disco.
El sistema de formación por acreción del núcleo nos transporta al nacimiento del Sol, cuando aún era una nebulosa solar. Del material sobrante movido por el viento solar, como hidrógeno o helio, se crearon mundos rocosos. Pero este hecho tiene menos impacto en los planetas gaseosos.
En esta teoría el núcleo del planeta debería alcanzar una masa crítica antes de ser capaz de atraer el gas. No obstante, la misión CHEOPS de la ESA promete arrojar luz al tema próximamente.
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Otros modelos que pueden explicar la formación de Neptuno
Como hemos dicho, existen otros modelos que también arrojan luz a la formación de Neptuno. Uno es el disco de inestabilidad. La acreción del núcleo llevaría mucho tiempo, y se cree que los planetas gaseosos se forman muy rápido.
Neptuno se compone completamente de gas hidrógeno ligero, helio y algo de metano, que ofrece el color azulado. Así pues, podría haber formado su núcleo rápidamente y luego capturar elementos ligeros antes de que el viento los solar los expulsara.
Otra teoría es la acreción de guijarros. Podría ser que un número ingente de pequeños guijarros se fusionaran para formar un planeta gigante 1000 veces más rápido de lo que se cree. Así lo considera Harold Levison, del SwRI de Colorado, según sus estudios.
Por último encontramos el Modelo Bello (fue discutido en París, de ahí su nombre), que estima que los grandes planetas migraron de su posición original, mucho más cercana al Sol al principio. Así, al interactuar con otros cuerpos, los lanzaron hacia el borde del sistema, dando lugar al Cinturón de Kuiper. Se considera que durante esta migración incluso algún mundo pudo ser expulsado.
El caso es que a día de hoy no tenemos una teoría clara para saber exactamente cómo se formó Neptuno, pero ideas no nos faltan.
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