Ciencia y Tecnología

A pesar de todo, la misión ExoMars sigue buscando vida pasada en Marte

28 Nov 2016 – 03:23 PM EST
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Como te contamos hace unos días en VIX, la ESA (Agencia Espacial Europea) llegó a Marte gracias a su misión ExoMars. Sin embargo, no todo fue tan bien como se esperaba, pues el rover que debía aterriza en suelo marciano se estrelló. No obstante, el trabajo sigue adelante en su intención de buscar vida pasada en el planeta rojo. ¿Sabes por qué? Te contamos los detalles.

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ExoMars, la misión europea marciana

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ExoMars es una misión europea enviada a Marte por medio de la ESA y la empresa rusa Roscosmos. En esta primera fase, se mandaban dos aparatos, el vehículo rover Schiaparelli y la sonda orbital TGO (Trace Gas Orbiter).

Si bien es cierto que el rover Schiaparelli ya no es más que un montó de chatarra sobre suelo marciano, la sonda TGO entró en órbita marciana sin problemas y sigue haciendo su trabajo tal como estaba previsto.

Ahora, la ESA pone en marcha la segunda parte de la misión ExoMars. Para ello, se enviará un nuevo rover a Marte en 2020 con instrumentación especial para analizar el suelo marciano, que incluye un taladro para perforar rocas y buscar vestigios de vida pasada. Esperemos que su aterrizaje sea menos dramático que el de el Schiaparelli.

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El trabajo de la TGO en Marte

Mientras llega la segunda parte de la misión, la sonda TGO sigue orbitando y estudiando Marte. Su labor es conocer los pequeños constituyentes gaseosos de la atmósfera del planeta rojo. Si bien su fina capa está dominada por dióxido de carbono, puede contener elementos como el metano que podrían servir para conocer si este mundo tuvo vida hace millones de años.

El metano puede ser un indicador de que hubo actividad biológica en el pasado. No obstante, al no saber cuánto de este elemento puede contener su atmósfera, es difícil establecer la capacidad que pudo tener este planeta para generar vida millones de años atrás.

Así pues, la TGO buscará trazas de metano, así como otros gases como óxido de nitrógeno o vapor de agua. Es decir, que estudiará la composición y temperatura de la atmósfera marciana, así como sus cambios estacionales. De esta forma sabremos si el planeta puede conservar hidrógeno en el subsuelo, clave para descubrir actividad orgánica.

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Por desgracia, la Schiaparelli, que hubiese sido de gran ayuda en este sentido para la TGO, tuvo un fallo al aterrizar sobre la superficie y se estrelló estrepitosamente. Al parecer, el equipo detectó que ya había tocado tierra cuando aún faltaban unos metros. Así pues, el choque puso fin a la vida del rover.

No obstante, esto no ha sido más que un obstáculo, pues la misión ExoMars sigue adelante. Esperemos que en unos años pueda ofrecer datos determinantes sobre el pasado biológico del planeta rojo, nuestro vecino Marte.

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