Venom: Marvel nos sorprende con el extraño nuevo poder del simbionte
La nueva serie de Venom no para de revelar nuevos detalles acerca de la mitología de los simbiontes. Número a número vamos comprendiendo que todo lo que sabíamos —o suponíamos— sobre los simbiontes era falso y que, en realidad, estos extraterrestres tienen sobre su espalda una historia mucho más compleja de lo que parecía.
Primero supimos acerca de la existencia de Knull, el dios simbionte. Luego fue el origen de estas extrañas criaturas y ahora ha llegado el turno de que Venom, el simbionte favorito de todos, muestre un nuevo poder por primera vez en muchísimos años.
Mientras Eddie Brock y Spider-Man (Miles Morales) tratan de luchar contra Grendel, la forma de dragón de Knull, ambos caen al vacío desde una altura inimaginable. Ante una muerte segura para ambos personajes —ya que no pueden usar telaraña y el impacto contra el suelo los aplastaría— Venom saca a relucir un hermoso par de alas parecidas a las de un murciélago.

Esto sí que es novedoso. En sus más de 30 años de existencia, Venom nunca había mostrado indicios de que también tuviera alas o la capacidad de volar, pero debemos reconocer que además de ser un recurso ingenioso para salvar la vida de los dos personajes, también abre una nuevo abanico de posibilidades para los poderes de Venom.
Lo que seguramente te debes estar preguntando es ¿cómo hace el simbionte para crear alas a voluntad y por qué nunca las había mostrado antes? Y, bueno, desafortunadamente, hasta no leer Venom #5 no tendremos la respuesta a esas interrogantes.

Mientras tanto, podemos suponer que Venom aprendió a manifestar sus alas debido a la convivencia con Knull o que simplemente era un poder dormido esperando el momento oportuno para manifestarse.
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