En las primeras horas del viernes, un hombre armado ingresó a uno de los cines del suburbio de Aurora, en Colorado. El público disfrutaba del estreno de la nueva película del hombre murciélago, The Dark Knight Rises, cuando el individuo entró a la sala y lanzó una bomba de humo. Algunos pensaron que se trataba de un efecto planeado por el staff del lugar hasta que comenzaron los disparos.
La tragedia
Hasta el momento se contabilizan 12 personas fallecidas y decenas de heridos. El atacante fue identificado como James Holmes de 24 años y estudiante de doctorado en Neurociencia.
La función de estreno se realizó a media noche, fórmula que se ha vuelto cada vez más popular en las salas de cine. Aproximadamente a las 12:30 horas, un individuo vestido de negro irrumpió en el cine Century y atacó con una bomba de humo la sala donde se proyectaba el filme del vigilante nocturno.
Las personas se desconcertaron y por un instante llegaron a pensar que se trataba de algún truco para alimentar la espectacularidad del evento. Sin embargo, el hombre contaba con tres armas de fuego que sacó de inmediato y utilizó para disparar al azar contra los asistentes.
Algunos de los testigos comentan que los disparos no cesaron en ningún momento. Mientras buscaban la forma de escapar o de mantenerse fuera del campo de tiro, escuchaban el estruendo del arma.
Finalmente, el atacante fue detenido en el estacionamiento del cine y no puso resistencia al arresto.
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Entre la ficción y la realidad
Con seguridad se llegará a decir que tal suceso pudo ser sacado directamente de las páginas de un cómic. Que la violencia que sufren los habitantes de Estados Unidos se alimenta de historias igualmente violentas plasmadas en las historietas y en las creaciones cinematográficas.
Lo que hay que reflexionar es hasta qué punto esas historias "violentas" son más bien realistas. Que funcionan como retrato de una sociedad problemática, que son, como toda obra de arte, una metáfora de lo que sucede y que a su vez, sirven para hacernos ver aquello de lo que carecemos y por lo que tenemos que luchar para que sea posible.
En este caso, más que desear a un Batman, deseamos eso que el hombre murciélago representa: justicia, integridad, valentía y un alto aprecio por la vida humana.
Lo que nos queda, es ofrecer un sincero pésame a la gente de Aurora y un minuto de silencio.