El onceavo número de Superior Spiderman abre un arco de tres issues cuyo punto central retoma algunos eventos sucedidos en Amazing Spiderman, en este caso, el asesinato de Marla Jameson a manos de Spider-Slayer y la reaparición del mismo. No es un hecho menor tomando en cuenta lo importante del acontecimiento mencionado para el desarrollo que ha cobrado el personaje de J. Jonah Jameson. Un buen número a cargo de Slott con colaboración de Christos Gage.
A diferencia de otros issue, el plot de éste número se muestra un poco menos dinámico, no suceden tantas cosas y se enfoca más en profundizar en la habilidad de Otto para planificar científicamente cada batalla. Como siempre, veremos algunas viñetas de su carrera por el doctorado como para darle un balance general al issue.
La decepción de Octavius
Como hemos visto a lo largo de todos los issues de Superior Spiderman, Otto Octavius no solo lucha por ser un mejor Spiderman sino que además busca ser un mejor Peter Parker.
Es interesante ver como a medida que se suceden los números la batalla por mejorar este aspecto de su vida se vuelve cada vez más frustrante, al punto de visualizarlo como un imprevisto en su operación del traslado de mentes.
La vida de Otto en la Universidad y su relación conflictiva con el Doctor Lamaze le aportan a la historia un aire de diversión, aunque a veces las constantes comparaciones al estilo flashback entre pasado y presente se tornan un poco redundantes.
El nuevo y mejorado Spiderman
Es claro que Otto es un mejor Spiderman, al menos en lo que acontece a su lucha contra el crimen. En este número el nuevo trepamuros demuestra estar cuatro o cinco pasos más adelante que sus enemigos, no obstante, su propia egolatría comienza a desarrollarse como su principal obstáculo.
Yo creo que una de las intenciones subyacentes a este número es mostrar como la arrogancia puede volverse una trampa mortal para Spiderman.
Esta nueva forma de combatir difiere mucho con el estilo Peter Parker. Si uno presta atención, llegará a la conclusión de que este nuevo Spiderman combate como el villano que en el fondo resulta ser: con más palabra que acción, estático, con todo el calculo y la arrogancia que caracterizan a los antagonistas.
Aunque para algunos esto pueda significar una suerte de blasfemia, yo lo considero un detalle brillante. ¿Por qué?, porque nos lleva a ese tipo de reflexiones que no se encuentran en el cómic muy a menudo: las diferencias de estética, postura y diálogo que hay entre un súper héroe y un villano.
¿Qué te ha parecido este nuevo número de Superior Spiderman?, ¿eres seguidor de la serie?