Esta reseña contendrá muchos, muchos spoilers, así que si no leyeron el número 160 de la Ultimate Spider-Man les recomiendo que esperen ya que podría arruinarles un par de sorpresas. Para los que sí lo leyeron les comento que este es el fin de una era para el personaje, el cual desde hace más de 10 años mantiene viva la leyenda de Spider-Man mientras la versión "común" del personaje la destroza a la diestra y la siniestra.
Escrita por Brian Bendis y dibujada por Mark Bagley, esta última entrega de la saga The Death of Spider-Man muestra a un debilitado Peter Parker usando sus últimas fuerzas para enfrentar a sus enemigos más temibles, incluyendo al Duende Verde. Cabe mencionar que la razón por la que está en esa condición es tan tonta como innecesaria, ya que se me ocurren al menos mil ideas más originales y aceptable para que Spider-Man llegue herido a la que parece ser su batalla final.
Este último conflicto parece llevar a la muerte a Peter, aunque en los comics nada es permamente. De todas formas muchos personajes Ultimate han muerto sin demasiada ceremonia y se han quedado muertos, así que no esperen verlo volver de la tumba al menos por un par de años.
Eso es una decisión cruel y brutal para un personaje que hemos llegado a querer bastante, pero también abre la puerta a llega de un nuevo Spider-Man (aún no sabemos quién es), que deberá demostrar que es digno del título y que deberá lidiar con los antiguos amigos y enemigos de su predecesor.
Disfruté mucho de este emotivo y complejo final, aunque el camino para llegar hasta él fue bastante accidentado (seguramente gracias a una pesada interferencia editorial). Esperemos que el nuevo Spider-Man tenga una expectativa de vida decente y que no sea desechado tan pronto la gerencia ordene el regreso del anterior.
Puntaje: 8/10- Un final espectacular para una personaje que hizo época. Ahora esta por verse cuánto tiempo se queda Peter en la tumba y quien lo reemplazará.