Ghost in the Shell: cyberpunk al viejo estilo, pero con una historia diferente [reseña sin spoilers]
Para quienes son fanáticos del manga y anime clásicos, Ghost in the Shell es una de las obras que no se pueden pasar por alto. Es una de las precursoras del cyberpunk, marcando el camino para el cine occidental en la parte estética y también en la trama. Cuando Hollywood se mete con historias de este estilo, es difícil no tener miedo. La mayoría de las adaptaciones de anime son bastante malas, no solamente por la falta de fidelidad sino por la calidad en sí. Tener la oportunidad de ver Ghost in the Shell implica pocas esperanzas en lo que se va a ver, pero extrañamente, es mejor de lo que esperaba.
La adaptación no es completamente fiel y eso hay que tenerlo en cuenta. Hay varios cambios en la historia y en los personajes, pero eso no implica un giro radical en el trasfondo, que es lo importante. Las mejoras cibernéticas siguen tal cual y son las que llevan adelante el conflicto. Por otro lado, términos tan complejos y simples al mismo tiempo como “ghost” están presentes, estructurando lo que ya conocemos.
Una ciudad que nos atrapa
Una de las cosas que más cautivan de la versión original de la historia es la ciudad. Un lugar futurista, con muchas luces pero al mismo tiempo, una oscuridad inherente. El viaje de la protagonista a través de los altos edificios, los locales oscuros y los hologramas es realmente un buen espectáculo visual.
Se agrega un factor de diversidad cultural, donde esa ciudad tiene porciones del resto del mundo. Grandes corporaciones y personas tanto asiáticas como occidentales se mezclan, lo que explica, o debería explicar, la presencia de personajes con rasgos no necesariamente japoneses.
De hecho, quizás la parte visual es lo que más se destaca de esta adaptación. La versión original de Ghost in the Shell e incluso el manga, están hechas con un estilo de animación bastante tradicional, pero que logra destacar la tecnología. En esta película todo eso cobra vida como si estuviéramos allí mismo.
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Referencias a montones
Mientras la película construye su propia narrativa, con una historia algo diferente a la original, a su vez nos llena de referencias. Hay momentos que son exactamente iguales y que los fanáticos reconocerán al instante. Para quienes no conocen el anime, quizás no representen nada especial, para el resto de nosotros, es algo realmente positivo.
Los personajes secundarios acompañan muy bien a la protagonista, aunque ninguno se destaca demasiado, salvo quizás, Batou. Los demás giran en torno al origen y utilidad de la Mayor, sin demasiado interés en sus vidas.
Humanidad y cuerpos cibernéticos
Como Cyborg, la protagonista todavía tiene varias contradicciones en su interior. Por un lado, es altamente capaz y con habilidades sorprendentes. Por el otro, existe el cuestionamiento a la propia humanidad, tal cual sucede en la versión original. La línea entre humanos y cyborgs es tan fina, que es difícil decir dónde está puesta. Pero en el caso de la Mayor, esa línea está desdibujada totalmente.
Es en ese momento en que entramos en cuestiones filosóficas, no del todo exploradas en la película pero sí planteadas, al menos para reflexión del espectador. Sabemos que hay quienes se oponen y quienes realmente creen en la tecnología, ¿cómo avanza este mundo mejorado de forma cibernética?
Entretenimiento al mejor estilo Hollywood
Si vas a la sala de cine a verla, vas a divertirte. Realmente es un buen espectáculo visual y Scarlett Johansson logra darle profundidad al personaje. No es una obra maestra como lo fue el manga o animación de Ghost in the Shell en su momento, pero no es un desastre como muchos esperábamos. Sin embargo, una de las faltas notorias es la banda de sonido, memorable en la original pero poco llamativa en esta nueva versión.
La ventaja de esta historia sobre otras es que ya existe una distancia notoria entre el manga y las películas. La protagonista ha cambiado de personalidad y características de un medio al otro en el pasado y su origen no es del todo explicitado, por momentos. Es difícil culpar a Hollywood de modificar algo que realmente no tiene una explicación desde un principio. Ghost in the Shell tolera el cambio sin que parezca tan duro y el guión está muy bien llevado. Sin dudas vale la pena darle una mirada.
La película se estrena en Estados Unidos el 31 de marzo, quizás un poco antes o después en el resto del mundo, dependiendo el país.