Todd McFarlane se decidió a hacer un reboot de Spawn de una vez por todas, tal vez para dejar atrás finalmente el sabor amargo que le había dejado aquella experiencia de hace 20 años, la adaptación de 1997 en la que no tuvo ningún control creativo y resultó floja y decepcionante.
Así que si hay algo que ha dejado en claro ahora es que no comprometerá su visión acerca de cómo debe trasladarse la historia de su antihéroe a la pantalla, aún si para esto tiene que dirigir y escribir la película él mismo, cosas que nunca había hecho antes.
Pero su falta de experiencia como cineasta, podemos suponer, será contrarrestada con su profundo conocimiento acerca del personaje y su historia, de los elementos esenciales de éstos que deben ser reflejados en la adaptación, y también con su afán por tomar como inspiración a los grandes maestros del cine de terror y suspenso.
Ya lo hicieron Spielberg y Carpenter

McFarlane ya había mencionado antes el paralelismo entre esta versión de Spawn, el personaje, y el célebre tiburón de la película de Steven Spielberg, en el sentido de que Spawn no será el verdadero protagonista de su película, sino una aparición ocasional y repentina, «como la de un tiburón que emerge de aguas oscuras», que servirá como motor narrativo.
- Ver también: «Spawn no será el protagonista de la película de Spawn»
Ahora, McFarlane ha dicho que el reboot no incluirá la historia de los orígenes de su protagonista, aquella que sí fue el eje de la trama en la película de 1997, y que narra el asesinato del teniente Al Simmons y su resurrección como Spawn, el renuente líder demoníaco del infierno que eventualmente rechaza la guerra contra el bien y huye del mal.
Para argumentar su posición en contra de la historia de sus orígenes, el creador volvió a apelar a Tiburón:
Pero no es la única película que inspiró su abordaje en Spawn:
McFarlane no lo mencionó, pero se me ocurre también otro memorable personaje cinematográfico que basa todo su encanto y su energía en su condición de ser alguien que aparece ocasionalmente para socavar los cimientos de la historia y alguien que no necesita demasiadas explicaciones ni motivos para su existencia: el Joker de Heath Ledger.
Por otra parte, la intención de mantener a Spawn en un plano secundario y en un terreno vago e impreciso suena como una idea lo suficientemente interesante, teniendo en cuenta el acotado presupuesto de la película, lo que no permitirá demasiada sofisticación en efectos especiales y visuales, tal vez lo único rescatable de la película de 1997, que cuadruplicaba el presupuesto de este reboot.