Fear Itself continúa su marcha hacia el olvido, con otro número absolutamente innecesario y que realmente solo causa bostezos. En lugar de perder tiempo analizando una historia que no tiene sentido y unos dibujos correctos pero poco inspirados, les diré cuáles creo que son los principales problemas de este evento.
Primero que nada los villanos. A NADIE le importa esa serpiente o hermano perdido de Odín aparecido de la nada. Tampoco ayuda que los personajes se pasen todo el tiempo dando discursos ominosos y tétricos cuando realmente nunca pasa nada. Lo malos hacen cosas malas, los buenos ponen cara de miedo y salen a pelear cuando todos sabemos que nadie va a morir (bueno, al menos nadie importante).
A diferencia de DC, que sí se atrevió a traernos algo distinto este verano, Marvel continúa repitiendo lo mismo que hace 10 años y a nadie le importa un bledo. Si quieren que nos interesemos por este tipo de historias, entonces será mejor que permitan que algo pase y no que todo termine igual que al principio con un par de cambios cosméticos pero nada significativamente distinto.
Esto sería más tolerable si la historia tuviese un soporte más fuerte, pero los dioses oscuros asustan tanto como un vampiro de Halloween y realmente no le encuentro nada ni remotamente dramático a todos esos discursos que nunca terminan sobre lo mal que está todo y lo grave que es la situación.
Puntaje: 4/10- Fear Itself aburre y en su cuarto número no logra nada más que seguir haciendo tiempo para algo que sabemos que nunca llegará.