Revisando viejos clásicos en el fondo de mis estanterias, he dado con este ClanDestine, del historietista británico Alan Davis, sin duda una obra para reivindicar, conocer y rescatar del cajón del olvido.
Fue publicada por Marvel a mediados de los noventa y si bien no fue un gran éxito de público, sí que convenció a la crítica especializada. Lo estuve releyendo estos días y tengo que decir que ClanDestine ha envejecido estupendamente.
Orígenes de la colección
Alan Davis tenía una buena reputación en Marvel procedente de su divertida y pletórica etapa en Excalibur. Los editores de la casa de las ideas le dieron libertad absoluta para crear una colección que en principio, estaba destinada a publicarse en la filial inglesa de Marvel, pero que ante su cierre decidieron editar en Estados Unidos.

El autor británico se puso manos a la obra y creó la familia Destine, según sus propias palabras un cruce de supergrupo tradicional con la Familia Adams. De hecho, Davis quiso potenciar el carácter familiar de sus nuevos personajes, haciéndolos pensar y actuar guiados por instintos paternofiliales y fraternales.
Davis no elaboró superhéroes al uso, los componentes de ClanDestine no se dedicaban a combatir el mal por vocación, sino que fue una amenaza exterior lo que hizo que descubrieran al mundo sus poderes.
Una superfamilia en apuros
Alguien pretende eliminar a todos los miembros de la familia ClanDestine y comienza una cacería que no pasa inadvertida por nadie. Estos se ven obligados a reunirse para investigar el porqué de esta persecución, rebelarse contra ella y protegerse.
Davis combina esta oscura historia con el día a día de los integrantes de ClanDestin e, lo que la hace una serie divertida y fresca, pero con ese punto intenso que no debe perder un comic de superhéroes. Davis es un maestro del humor y de la expresividad gráfica. En esta serie siguió con el tono utilizado en Excalibur y que le valió un premio Eisner en el año 1989 al mejor equipo artístico (junto a Paul Neary).
En ClanDestine formó equipo con Mark Farmer, un entintador que supo darle empaque a los lápices de Davis y que lo acompañó después durante varios años en otras colecciones como Los Vengadores o Los 4 Fantásticos.
El triste final de ClanDestine
Alan Davis abandonó su propia creación en el número 8 de la colección, dejando a los lectores con un arco argumental aún sin terminar. Las diferencias creativas con los editores de Marvel, que le "aconsejaban" la inmersión de ClanDestine en el universo Marvel, concretamente en los mutantes, acabó con su paciencia.
Al genio británico lo sustituyeron dos autores interinos, Glenn Dakin (un guionista por entonces muy verde) y Pino Rinaldi que intentó con más pena que gloria imitar el estilo Davis sin llegar a conseguirlo. Tres números duró la aventura de estos dos artistas, si bien Bryan Hitch, el mayor clon jamás visto de Davis dibujó otras 24 páginas.
Luego Davis retomó el grupo en un crossover con los X-Men en el que aprovechó para cerrar los flecos sueltos que dejó en su primera andadura. ClanDestine fue víctima de la dictadura de la industria norteamericana y se quedó a medio despegar. Pero aún hoy podemos disfrutar de esas frescas historias de Alan Davis con simpatía y agrado.
¿Qué pensáis vds, los lectores, de esta serie de Marvel? ¿os gustaría que se retomara en un futuro no muy lejano?