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7 errores que se siguen cometiendo en torno a las historietas

19 Nov 2014 – 03:00 PM EST

En el mundillo del noveno arte (entiéndase cómics, mangas, etc.) y sus consecuentes subproductos (series animadas, juguetes y demás merchandising) existen ciertos estándares y preconcepciones que pueden considerarse “normales” pero que están afianzadas en errores. Son equivocaciones que se cometieron por confusión o malinterpretación en un primer momento y como nadie se preocupó en corregir, continuamos cometiéndolos.

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La gravedad de las consecuencias de estos errores es MUY debatible, irónicamente va a estar sujeta a la valoración y opinión de todo aquel que lea este artículo, que algunos consideraran trivial… Y hasta cierto punto puede ser verdad, pero es parte de un todo que desemboca en la forma de percibir al mundo del cómic y a sus coleccionistas, un hobby ampliamente extendido, pero aun sumamente ridiculizado y estereotipado por la sociedad y los medios de comunicación.

Pase página para ver 7 errores que se siguen cometiendo.

#7 - Los superhéroes por definición tienen súper poderes

No es solo una cuestión de semántica, es una cuestión de lógica y pueden buscarle todas las excusas que quieran pero los hechos no van a cambiar. Al decir que una persona hace algo desinteresado arriesgando su vida por el bien de los demás, es un héroe; pero si ésta además puede volar, o moverse muy rápido, o es invulnerable, entonces es un súper-héroe. Tan sencillo como eso. Por lo tanto y aunque a algunos esto les duela, Batman, Green Arrow, Kick-Ass, Rorschach, Punisher y un largo etcétera de personajes sin poderes, no son superhéroes; podemos decirle héroes, antihéroes o vigilantes; pero nada más. El hecho de “englobar” a todos los héroes del cómic norteamericano dentro de la categoría de superhéroe deriva de su creación básica en los años 30, donde las dos casas matrices norteamericanas (DC y Marvel) legalizaron todas sus creaciones bajo este concepto así sea que sus personajes tengan o no tengan habilidades especiales.

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#6 - El manga es un tipo de cómic

Hay personas que se ofenden al escuchar esto, pero es cierto. Puede tener diferentes nombres ya que varía de país en país, pero siempre se habla de la misma cosa: Una serie de dibujos que forman parte de un relato (con o sin textos); si vamos a ponernos detallistas, el manga (Oriente) tiene un estilo visual característico y se lee de derecha a izquierda, contrariamente a como se hace en el cómic (Occidente).

Pero eso es una cuestión cultural y lingüística, por la forma de leer que ellos manejan. Siempre es la misma cosa, lo que cambia es el género; en países del sur de Latinoamérica se le llama historietas; en México les decían monos, monitos o tiras cómicas; en EE.UU (y varios países de habla inglesa) es comic pero la han separado en diferentes “categorías” ( novela gráfica, funnies, cómic strip, comix); en Japón es manga (con géneros como shōnen, shōjo, seinen, josei, kodömo, doujinshis, ecchi o hentai); en Corea es manhwa; en Francia es BD abreviación de bande dessinné (tira dibujada); en Italia es fumetti, en China es manhua. Los japoneses le dicen komikkusu a los “mangas de Estados Unidos”, ya que “manga” es la palabra utilizada para referirse a las historietas en general.

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#5 - El 98% del anime existente nació como manga

El porcentaje mayor de seguidores y fanáticos de una obra generalmente conocen la versión anime de la misma pero NO al manga original. Un porcentaje muy alto del anime está basado en algún manga pero suele suceder que ese manga no está a la disposición del seguidor por una u otra causa. Existen casos también de personas que no leen el manga ya que ya vieron el anime y prefieren esa versión; lo que (quizás) no saben es que el anime sufre muchos cambios y alteraciones, no solo desde lo artístico, sino también desde lo argumental, en donde (a veces, no siempre) se pierde gran parte del contenido y la obra pasa a ser otra cosa (como sucede, por ejemplo con Soul Eater o la primera serie de Fullmetal Alchemist, cuyos animes cambiaron totalmente el final de la historia planteada por el manga).

Gran parte de los mangas son creaciones de sus propios autores (ya sea que trabajen solos o en algún tipo de equipo creativo), pero hay mangas que primero empezaron siendo novelas o relatos escritos que fueron adaptados a varios medios. Sin embargo, hay casos especiales, como Cowboy Beebop, Hell Girl o Neo Genesis Evangelion que nacieron como series animadas originales y después se los paso a manga.

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#4 - La palabra “Otaku” es un insulto

Hay gente, sobre todo en países de habla hispana, que se obstina en llamarse a sí mismo otaku, solamente porque se disfruta de la lectura de un manga, ver algún anime casualmente o coleccionar merchandising de una o más series. Quizás precisamente por sentirse aislado del resto, es que en un intento de "pertenencia tribal" se coloca bajo esa etiqueta, ya que considera que así no estará tan solo; esto quizás sea así... quizás. Pero el hecho de auto etiquetarse provoca dos problemas:

1) El que se llama así mismo otaku, paradójicamente se está auto-exiliando del resto, pensando que un hobby lo define como persona, lo cual NO es verdad.

2) Ese término que usa tan orgullosamente, es una palabra peyorativa y ofensiva. Entiéndase, la palabra OTAKU en japonés significa enfermo, fanático, obsesionado, friki. Y personalmente, a mí no me gustaría que me tacharan de eso simplemente porque me gusta leer cómics y/o mangas.

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#3 - Popularidad ≠ Calidad

El que un cómic, manga, show o anime sea popular no significa que sea bueno. Ser objetivo es algo aparentemente imposible para los fanáticos, quienes defenderán su obra favorita con uñas y dientes, y dejaran pasar varias señales que muestran que el producto que consumen quizás no merezca la fama que posee. Ahora… si te gusta algo, fantástico… nadie es dueño de decirte si eres más o menos inteligente porque te guste un manga o anime o cómic determinado. Pero hay que saber reconocer el verdadero valor de las cosas… lo que disfrutas y veneras hoy con tanto afán, tal vez descubras en unos años (o en unos meses) que no era tan bueno después de todo, que el guion era redundante y repetitivo, que el arte no era de lo mejor y que el final (de tenerlo) fue un poco decepcionante.

Puede pasar que disfrutes de una obra aun sabiendo que no cubre los estándares necesarios para considerarse un buen trabajo, pero eso tampoco está mal, lo que sí está mal es defender algo ciegamente y enaltecerlo simplemente porque te gusta, o porque le gusta a mucha gente. No voy a dar ejemplos para evitar controversia; la imagen simplemente es para ilustrar mi punto, al usarla no pretendo criticar a ninguna de las obras que ahí aparecen.

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#2 - No existen los FANBOYS enfermos y sin vida, existen las PERSONAS enfermas y sin vida

Muchas veces nos vamos a cruzar con aficionados tan acérrimos que ante el menor error en un comentario o ante la primera reacción negativa ante una historia o personaje que les guste, van a estallar en un avalancha de reproches, comentarios insidiosos y ataques personales. ¿Podemos decir que esta clase de gente solamente se encuentra en el mundo de los lectores de cómics y mangas? No, no podemos… lo cierto es que esa clase de personas reacciona de igual manera sin importar el entorno o el tema, lo mismo sucede con los seguidores de algún cantante o banda musical que le lanzan prendas íntimas al escenario o se tatúan sus nombres en el pecho (por mencionar algo); o también, los seguidores de algún equipo de fútbol (u otro deporte), que son capaces de asaltar y golpear a un desconocido simplemente por llevar una camiseta del equipo contrario.

Es una cuestión de actitud de las personas, no de qué hobbies práctica. Nadie (salvo quizás, su creador) tiene la potestad de la información completa sobre un personaje o un cómic, sobre todo si se trata de un lector, por más fanático que éste sea.

#1 - El lector de cómic NO es la minoría

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Aun hoy día en una época en la que el cómic y el manga están en su tercer auge, todavía existe una parte de los lectores que sienten una vergüenza personal en admitir abiertamente en una conversación su afición por los cómics o mangas, por temor a ser ridiculizado y caer en los estereotipos negativos que los medios exponen, como los protagonistas de The Big Bang Theory o Jeff Albertson (El Sujeto de las Historietas) en The Simpsons. Lo cierto es que un porcentaje mayor a la mitad de la población del mundo es (o ha sido) lectora de cómics. En países como Japón está tan arraigado a su cultura que poseen varios géneros y targets bien delimitados (ver punto #6). No por esto significa que se debe llevar una remera con la leyenda geek u otaku escrita en ella. Como ya se planteó anteriormente, los placeres y hobbies de una persona no lo definen.
 

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