The Binding of Isaac por fin llegó a nuestras manos y puedo decir que es tal y cual como lo anunciaba hace unos meses. El nuevo hermano de Super Meat Boy es un excelente y terrorífico juego en 2D que nos obliga a combatir contra monstruos desagradables transitando círculo a círculo todo el infierno.
Terror en 2D
Como ya habrán visto en las imágenes The Binding of Isaac es un juego basado en dibujos simples pero que infunden un terror excelente. Claramente además de terror infunden asco de vez en cuando.
Al igual que Spewer el otro excelente juego de Edmund McMillen, este nuevo videojuego nos hace sentir un poco de lástima y pena por nuestro personaje quien se verá metido en calabozos para nada agradables y para nada bien acompañado.
Jugabilidad
El juego se basa en la mecánica de Arcade, los comandos de movimientos y un par de botones más con los que saltaremos y atacaremos.
The Binding of Isaac es un excelente juego de RPG donde debemos cuidar nuestra salud y atravesar las mazmorras buscando objetos, encontrando llaves y matando enemigos.

Dificultad y duración
Este tal vez sea el peor y el mejor aspecto del juego. La dificultad es abusiva, cada nivel va aumentando y el juego llega a un momento donde seguir avanzando casi es imposible.
Nuestro personaje contará con tres corazones, tres vidas, las cuales son nuestra única oportunidad de seguir en el juego ya que si perdemos esos tres corazones debemos volver a comenzar desde el primer nivel.
La duración del juego está marcada por esto. Dependiendo de nuestras habilidades y perseverancia se calculará el tiempo que podremos jugar. Seguramente sean muy pocos los jugadores que lleguen hasta el final ya que frustrarse es aún más fácil que en Super Meat Boy.
Conclusión
The Binding of Isaac cuesta tan solo 5 dólares y está disponible para PC y Mac, y podría jurarles que vale cada centavo.
Aquellos que ya sigan la carrera de este gran diseñador seguramente ya lo hayan comprado. Para aquellos que aún nunca probaron un juego de Edmund McMillen este es un buen momento para comenzar.