Cualquiera que haya jugado Flatout sabe que el juego es peligrosamente divertido, adictivo y emocionantes. Esta nueva versión llamada Chaos & Destruction (caos y destrucción) no hace nada más que matar por completo la saga, sumergiendola en eso, caos y destrucción.
Historia
Inicialmente Flatout se presentó como un juego de destrucción sobre vehículos donde todos los escenarios se desintegraban y donde el combate vehículo a vehículo era tan peligroso como en Roadrash o BreakNeck.
Este nuevo título trae consigo nuevos estilos y vehículos, pero esto para nada complementa el juego ya que algunos de los eventos más divertidos fueron dejados de lado.
Jugabilidad
Es increíble como se puede arruinar un juego en tantos sentidos. La jugabilidad fue uno de los aspectos que se vio más afectada. Ya no existe diferencia ni realidad sobre el típo de pista en la que juguemos, la forma de manejar es igual para pavimento como para calles de tierra.
La inteligencia artificial está más cerca de ser estupidez artificial que cualquier otra cosa. Los competidores no desean ganar la carrera, solamente cuentan con el afán de golpearnos, lo cual disminuye la experiencia y acrecenta el nivel de aburrimiento del juego.
Los choques y destrucciones de escenarios son varias veces más irreales que antes y es difícil creer que las físicas usadas dentro del juego pertenezcan al planeta tierra.
Audio y video
Sin duda el aspecto más afectado de esta nueva versión es el apartado gráfico. Este parece que tuviera 10 años. Los píxeles saltan a tus ojos y te arrancan la retina. Los efectos de los choques son pueden ser comparados con los de un juego de SEGA Dreamcast.
Los escenarios pasaron a ser aburridos y poco coloridos además de haber perdido su alto grado de destructibilidad.
En cuanto al audio este también presenta desmejoras importantes, tanto en la música como en los efectos sonoros.
Conclusión
Me da lástima ver morir una franquicia de esta manera, pero aquí hay sólo un culpable Team 6 Studio. Flatout 3: Chaos & Destruction no es nada de lo que quería ni pensaba esperar.
Gráficas nefastas, jugabilidad torpe, carreras irreales, cero diversión de choques, y por sobre todo, un modo multijugador que deja más que desear en un juego que prácticamente lo tenía todo bien.
Si te interesa este juego tal vez quieras ver algo mejor como TrackMania 2 o Driver: San Francisco.