Madre: 8 sucesos que han unido y alejado a Zeynep y Turna en la novela turca

El amor la hizo cruzar límites, un amor de madre que nació frente al sufrimiento. Zeynep vio cómo su vida se iluminó con la aparición de Melek, a quien rescató del tormento de Şule y Cengiz. Ese día decidió convertirse en su protectora y darle el nombre de Turna. Lo que ambas no imaginaban es que las tragedias las sacudirían una y otra vez.

Cuando parecía que Şule estaba resignada a permanecer lejos de Turna, esa determinación cambió inesperadamente. A la salida del colegio, Zeynep se alarmó al verla sin imaginar que un auto aparecería para ayudarla a llevarse a la pequeña.

Angustiada porque Cengiz no se presentó en la cita que pactaron para entregarle el dinero que salvaría a Turna, Zeynep acudió a su casa. Al cruzar la puerta su corazón se estremeció, pues encontró a Şule, Cengiz y uno de sus amigos sobre el suelo y desangrándose, pero sin rastros de la pequeña. Afortunadamente, hallaría a su hija escondida debajo de una mesa, y juntas salieron corriendo del lugar.

Pese a las precauciones que tomaron, la policía dio con el paradero de la fotógrafa y la pequeña. Mientras la dulce niña aguardaba junto a Gönül el regreso de Zeynep a su cuarto de hotel, ella corría desesperada al verse rodeada por la policía. Acusada de secuestro, Zeynep fue arrestada al mismo tiempo que Turna trataba de impedirlo.

Uno de los eventos más dolorosos sucedió ante el secuestro de Turna a manos de Cengiz. Esta vez el dolor atacó en el alma y en el cuerpo. Cuando la fotógrafa, en compañía de Sinan, se dirigía a salvar a Turna de las garras de su padrastro, un tráiler se impactó a toda velocidad contra el auto en el que viajaban. El accidente provocó serias lesiones en Zeynep que pudieron dejarla cuadripléjica para toda la vida.

Cara a cara con su nueva realidad, los médicos le informaron que someterse a una cirugía la devolvería la posibilidad de moverse, pero que con un elevado riesgo de no resistir el procedimiento. Decidida a operarse, Zeynep optó por decirle adiós a su hija ante el miedo de morir y de que ella se sumiera en una pena inacabable.

Para mitigar el dolor y no revelarle la gravedad de su estado de salud, Zeynep le aseguró a Turna que realizaría un largo viaje y que no volvería. Un pestañeo bastó para que las lágrimas brotaran en ambas.