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la prueba de la montana en dale con ganas

Los participantes de Dale con Ganas enfrentaron su primer gran reto, que consistió subir varias veces por una montaña de arena.

Cada equipo tuvo que elegir los turnos en los que subirían sus integrantes, pues cada uno debía escalar un tramo cada vez más largo hasta alcanzar los cuatro banderines.

Además de la inclinación del sendero, el piso estaba bastante flojo, lo que complicó  el ascenso de las cuatro familias.

La prueba de la montaña en Dale con Ganas dejó al descubierto quiénes están listos para abandonar la prueba.

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La prueba de la montaña en Dale con Ganas

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Una vez que los cuatro banderines fueran recolectados por los Goldschmidt, los Yepes, los Valdez y los Vigíl, la familia entera debía hacer un ascenso de manera conjunta.

Esa sería la parte más complicada, después del cansacio individual, tener que volver a recorrer la cuesta, pero esta vez con una mayor distancia.

Tal vez de lejos el reto parecía simple, pero una vez que los participantes comenzaron a caminar y sentir cómo se hundían sus pasos en la arena, se dieron cuenta que el reto no sería nada fácil.

Así se designaron los puntos de partida, todos desde el mismo lugar y en el orden que la propia familia decidiría de acuerdo a la estrategia diseñada en el momento.

Los Yepes platicaron sobre qué deberían usar primero, si la vitalidad de Santiago, la persistencia de Pedro o lanzar en los tramos más cortos a las mujeres del equipo.

Con los Goldschmidt la situación era distinta por el peso de Dieter, la poca resistencia de Juan, así como la falta de condición de Aurora y Ana.

Con los Valdez el punto débil parecía estar en Liliana, pero el resto del equipo parecía tener un equilibrio que preocupaba a todos los demás, principalemte los Yepes.

Ellos trataban de prepararse mentalmente para enfocarse en la cima de la montaña de arena para ganarse los $ 5 mil del reto.

Poncho de Anda les explicó a todas las familias las reglas de la competencia mientras caminaban a la línea de salida.

Poncho se ha dedicado a animar a todos los competidores por igual. Los ha hecho reflexionar sobre el peso y su necesidad de modificar la forma de alimentarse.

Entre más miraban la ruta de ascenso, más entendían lo complicado de la prueba. Tras una semana de entrenamiento, ¿serían capaces de escalar?

Nelly, del equipo de los Yepes, fue de las más afectadas con la prueba, sin embargo nunca se dio por vecinda y siguió gracias al apoyo de su sobrino Santiago.

Por cierto, Santiago fue el que más adrenalina derramó en el ascenso, primero para elevar los ánimos de todo el equipo y después para evitar ser alcanzados por los otros equipos.

Liliana y Rosa batallaron pero al final lograron alcanzar la meta en donde ya las esperaba Ignacio.

Liliana comenzó a entender los estragos que hace el cigarro en su cuerpo, pero su adicción es tan grande que aún no sabe si podrá superarla.

Por el lado de los Goldschmidt Juan tomó la punta y dejó atrás al resto de la familia, que lucía disminuída por el esfuerzo individual. Dieter estaba a punto de darse por vencido.

Sin embargo Ana, su madre, regresó por el para animarlo a seguir adelante y esa muestra de cariño detonó el coraje suficiente en el joven Dieter para levantarse y llegar hasta la meta.

Los Yepes se adelantaron, pero tenían a los Valdez pegados a su espalda y cualquier descuido podría costarles muy caro.

Al final enfilaron de la mano hacia la meta y ya no voltearon la mirada. Simplemente se enfocaron en llegar a plantar su estandarte para ganar el reto.

Y ya no hubo quién pudiera darles alcance. Luego de que estuvieron a punto de sucumbir a medio camino, finalmente los Yepes cruzaron la meta en primer lugar.

Así lo festejaron y finalmente Santiago pudo sacar toda la angustia que le generó el saber que casi fueron superados por los Valdez.

Una vez cumplido el reto, los Yepes de inmediato buscaron rehidratarse, pues el esfuerzo cobró su parte.

Santiago y Liliana trataban de amarrar el segundo lugar, pero Laura se había retrasado muchísimo.

Sus ánimos por cumplirse así misma y mantenerse en la lucha contra la diabetes juvenil que padece desde hace varios años, le dieron el impulso final para alcanzar la cima.

Poco después Liliana y Laura conversaban sobre lo complicado de la prueba y lo que cada una de ellas aprendió de sí mismas.

Más que una competencia, el ascenso a la montaña se convirtió en un reto de unidad entre todos los equipos, pues entendieron que el enemigo en común es el sobrepeso.

Poncho felicitó a los Yepes por el triunfo, pero también les dejó saber que esto es tan solo el principio.

La vitalidad de Pedro fue vital y así trató de hacerlo saber al resto del equipo, pues sabe que el secreto está en la constancia y obediencia a los entrenadores.

El motor de los Vigil, Rosario, volvió a demostrar que si alguien tiene caracter en esa familia es ella, por eso celebró al colocar su estandarte.

David felicitó a la capitana de su equipo y se comprometió a dar lo mejor de si para alcanzar su meta de reducir de peso para poderle pedir matrimonio a su novia.

David sufrió para llegar y pese a ser el más pesado de la competencia, también demostró que tiene las agallas para no dejarse vencer.

De ahí pasaron a uno de los momentos más complicados, el de enfrentar a la báscula para conocer los avances de cada familia y conocer qué equipo debería despedir a uno de sus integrantes.

Los entrenadores, encabezados por María Simón, se mostraron satisfechos con el esfuerzo de sus respectivos equipos.

Luis Alberto se mostraba tranquilo, pero en el fondo sabía que para mantener la confianza de los Goldschmidt, debía pasar a la siguiente semana sin ninguna baja.

La sonrisa de María estaba justificada, pues luego del rechazo demostrado por parte de su familia, los Vigil, al final logró entenderse con ellos.

Oscar estaba confiado al llegar al pesaje, pues estaba seguro del trabajo realizado con su equipo y tras la prueba de la montaña, todo pintaba de manera positiva.

Así llegó el momento de entrar a la antigua librería, en donde usarían las básculas para definir los avances de cada uno de los equipos.

Los Yepes y Oscar, los más tranquilos de la noche esperaban su turno para subir a las plataformas.

Los Goldshmidt tenían la confianza de haber hecho un buen trabajo, pero el hecho de que Aurora no concluyera la prueba de la montaña, los tenía preocupados.

Fuera la ropa para enfrentar la hora de la verdad. Después de una semana de trabajo intenso, era el momento de saber si valieron o no la pena todos los esfuerzos.

El equipo que hubiera perdido el menoir porcentaje de grasa en realación a su peso de la primera sesión, tendría que despedir a uno de sus integrantes.

Los Valdez tuvieron al entrenador más exigente en la persona de Marcelo y todo el equipo trabajó a la altura, excepto Liliana, quien en una semana llegó dos veces tarde.

Ese detalle de Liliana fue algo que la báscula no pasó por alto y al final puso a la familia en una posición muy complicada.

Ella lo sabía y se justificó con los problemas que vive desde que su pareja falleció. ¿Habría aprendido la lección de la primera semana?

Laura habló de lo que había sido el esfuerzo de todos y lo que personalmente le costó más trabajo.

Para Rosa tampoco fue una semana fácil, pero la constancia le rindió buenos resultados a l ahora de pesarse.

Así llegó el momento de conocer la verdad. Los Valdez fueron la familia que menos porcentaje de peso perdió, así que deberían eliminar a un participante.

Aunque las otras tres familias estaban satisfechas por haber quedado fuera de peligro, sí resintieron que uno de los 16 participantes que comenzaron, tuviera que despedirse.

Los Valdez comenzaron el proceso de decidir quién sería el sacrificado, tomando en cuenta que de ahora en adelante el esfuerzo sería mayor.

Ignacio se ofreció a ser el sacrificado, pues sabe que Laura tiene motivos para seguir adelante y superar las consecuencias de la diabetes. Rosa es su gran apoyo y Liliana también necesita cambiar de vida para superar la pérdida de su pareja.

Sin embargo ella reconoció que sus hijos la necesitan y que debe dedicarles todo el tiempo posible, pero ahora tratando de aplicar todo lo que aprendió a su paso por Dale con Ganas.

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