Es una tradición en Estados Unidos que los atletas amateurs y profesionales sean invitados a conocer al presidente después de alcanzar grandes logros, una costumbre que para muchos significa un verdadero honor patriotico. Sin embargo, especialmente en los años más recientes, varios atletas de primer nivel se han negado a ir a la Casa Blanca y algunos han manifestado con esto sus posiciones políticas. Esto son algunos de los más significativos.