En medio de la solemnidad del sepelio del expresidente George H. W. Bush, su hijo, también expresidente, tuvo un gesto gracioso al entregarle escondido en su mano algo a la exprimera dama Michelle Obama, tal como lo había hecho meses atrás en el funeral de John McCain en donde le dio un caramelo. Solo un gesto más de camaradería de una amistad que se ha consolidado con los años.