Ocho hijos exigen justicia tras el asesinato de su madre hispana afuera de un club nocturno en Houston

HOUSTON, Texas- Entre lágrimas y con un reclamo de justicia que retumba en la comunidad, familiares y amigos de María Isabel Rojas exigen que se responsabilice a todos los involucrados en el tiroteo que le arrebató la vida la madrugada del 12 de octubre frente a un club nocturno en el suroeste de Houston.

Rojas, de 43 años, madre de ocho hijos y abuela de siete nietos, fue asesinada a balazos en el estacionamiento del Club Aragón ubicado en el 8150 Southwest Freeway.

Los documentos judiciales señalan que una pelea dentro del local se salió de control tras el uso de gas pimienta. En el caos, varios testigos aseguran que la pareja de Rojas fue a su automóvil a buscar un arma, aunque insistió en que no llegó a disparar.

De acuerdo con las investigaciones, cuando la víctima y su esposo intentaban abandonar el lugar, el conductor de una grúa John Eneal Leathers Jr., de 32 años, abrió fuego contra el vehículo.

Rojas murió en el acto; su pareja fue hallada con dos heridas de bala en la espalda, pero sobrevivió. De acuerdo con documentos de corte, Letters estaba bloqueando el tráfico frente al club.

"La situación se salió de control, pero lo único que yo sé es que mi mamá es inocente", menciona una de las hijas de la mujer.

El Departamento de Policía de Houston confirmó que Leathers está acusado de asesinato y permanece detenido con una fianza de 250 mil dólares mientras espera su comparecencia ante la Corte Criminal del Condado Harris el próximo 18 de noviembre.

La familia de María Isabel Rojas cuestiona no solo la actuación del sospechoso, también la falta de control en el establecimiento.

“ Mi mamá no merecía morir de esa manera”, expresó uno de sus hijos. “Queremos justicia y respuestas de todos los responsables, incluido el club y el propietario del estacionamiento”.

Mientras avanza el proceso judicial, los familiares solicitan apoyo de la comunidad para costear un entierro digno.

Piden que la memoria de María Isabel Rojas no quede marcada solo por la tragedia, sino por la exigencia de un cambio real en materia de seguridad en los lugares de entretenimiento nocturno.

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