Apple rechaza desbloquear el iPhone de uno de los atacantes de San Bernardino

La empresa de tecnología Apple se negó este miércoles a desbloquear el teléfono iPhone usado por uno de los autores del ataque terrorista de San Bernardino que le costó la vida a 14 personas y dejó más de una veintena de heridos el pasado 2 de diciembre.
Un tribunal federal de Estados Unidos ordenó a Apple que colabore con recursos técnicos para que las autoridades puedan avanzar en la investigación.
Pero en un comunicado emitido por su director ejecutivo, Tim Cook, afirma que la orden emitida por el FBI, que investiga el atentado, tendría "graves consecuencias para la seguridad" de los usuarios de la marca.
Según Cook, para desbloquear el teléfono de uno de los atacantes de San Bernardino deben crear un sistema operativo que no existe actualmente y que, una vez puesto en funcionamiento, podría ser utilizado para acceder a la información de teléfonos iPhone.
"En las manos equivocadas, este programa podría tener el potencial de desbloquear cualquier iPhone", explica el comunicado.
"Nos oponemos a esa orden, que tiene implicaciones más allá del caso que se dilucida", afirma.
La jueza Sheri Pym exigió este martes que Apple ayude a "hackear" el teléfono iPhone que utilizaba Syed Farook, quien junto con su esposa Tashfeen Malik llevó acabo la masacre.
Los fiscales federales explicaron que no pueden acceder al teléfono, propiedad del condado de San Bernardino –para el que trabajaba Farook– debido a que no conocen la contraseña.
El tiroteo en San Bernardino
El 2 de diciembre de 2015, Farook y su esposa Tashfeen Malik abrieron fuego en un centro de atención de personas con discapacidad del condado de San Bernardino que dejó 14 personas muertas y 21 heridas.
La pareja atacó con dos rifles de asalto calibre 233 y armas semiautomáticas.
Las armas fueron adquiridas de manera legal hace cuatro años. Dos de ellas, fueron adquiridas por Enrique Márquez, un viejo amigo de Farook que fue detenido por conspirar para cometer "crímenes de terrorismo".
En el momento del ataque, funcionarios del Departamento de Salud Pública de San Bernardino celebraban un evento.
Después del ataque, Farook y Malik escaparon en una camioneta negra y más tarde murieron en un tiroteo con la policía.