Agorafóbica dejó encierro de 20 años
Según informa la cadena pública británica BBC, Sue Curtis, de
40 años y madre de dos hijos, no había estado en un espacio público
desde 1989, cuando sufrió un ataque de pánico durante una visita a
una biblioteca.
Tal impacto causó en ella esa experiencia, que tuvo que casarse
en 2000 en el salón de su vivienda por miedo a salir a la calle,
temor que también le impidió asistir al funeral de su padre, lo que
obligó a llevar el féretro a su hogar.
Sin embargo, la señora Curtis, que reside en South Shields, al norte
de Inglaterra, se ha aventurado en las últimas semanas a pisar el
pavimento que hay fuera de su casa.
La mujer dio ese paso tras ver, a través de Google Street View,
la aplicación del famoso buscador que permite visualizar por
Internet imágenes tomadas a pie de calle, el mundo que se estaba
perdiendo por su enfermedad.
"Puede que no parezca un paseo muy largo, pero para mí es
impresionante", indicó la mujer hace unos días.
A partir de su experiencia con Google, esta mujer británica
empezó a buscar consejos de auto-ayuda en Internet y halló
lecciones sobre técnicas terapéuticas que, según ella, le están
ayudando a emprender el camino de la recuperación.
"(Las lecciones) proponen diferentes ejercicios y me enseñan cómo
combatir mi ansiedad", dijo la señora Curtis, quien espera poner fin
a la pesadilla que ha vivido durante la mitad de su vida.
El ataque de pánico de 1989 sumió a esta madre británica en un
particular infierno que la postró en una cama, en la que sólo se
movía empujada por el ruido que sus hijos armaban jugando en la
cama.
"Me asusté mucho. Llegué a un punto -relató- en que sufría entre
15 y 20 ataques al día. Mi peso se redujo a unas cinco piedras
(medida inglesa que equivale a 6,35 kilos) y acabé en la cama
durante 18 meses".
En los últimos años, la señora Curtis llegó a desarrollar fobias
a lavarse el pelo y los dientes, así como incluso a ponerse de pie.
Pero con la ayuda de Internet, la mujer se declara ahora
dispuesta a "superar la barrera" de sus miedos: "No veo ninguna
razón -confiesa con optimismo- por la que no pueda curarme en el
futuro y llevar de nuevo una vida normal".
Tantas ganas tiene Sue Curtis de culminar su recuperación, que ya
sueña con poder renovar su voto matrimonial en una iglesia.