"Él no quería ir a la fiesta, le insistieron", lamenta la tía de Ángel Candelario
Leticia Padró tomó un vuelo de Puerto Rico a Orlando, Florida, con la esperanza de encontrar con vida a su sobrino más apegado, el enfermero puertorriqueño Ángel Luis Candelario Padró, de 28 años. La familia de Candelario no había logrado comunicarse con él, tras saber estaba en la discoteca Pulse, donde la madrugada del domingo se registró una masacre que terminó con 49 muertos.
El lunes temprano, Padró confirmó lo peor: Ángel Luis apareció en el listado de las víctimas fatales del ataque a balazos con el cual Omar Saddiqui Mateen puso fin a 49 vidas, para luego morir en el intercambio de balas con la policía.
Abatida, Leticia reveló en entrevista telefónica que su sobrino era muy tranquilo. “Era un chico humilde, estudioso, le gustaba trabajar. No era de fiestas... De hecho, él no quería ir a la fiesta, le insistieron”, contó.
Ángel Luis había vivido en Chicago por más de dos años antes de mudarse a Orlando hacía algunos meses.
Personas que estuvieron junto a él en la fiesta le contaron a Abatida que, tras escucharse los primeros disparos, su pareja le preguntó si estaba bien “y ahí mismo Ángel Luis cayó al suelo”.
Ahora la familia está concentrada en la preparando las excequias. “Tenemos que hacer los arreglos para el funeral y para trasladar el cuerpo de Orlando a Guánica [pueblo al sur de Puerto Rico]”, contó Padró.
De acuerdo con las autoridades de Orlando, un 90% de las víctimas y heridos son de origen latino y se estima que de ese 90% la mitad o más de la mitad son puertorriqueños.
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