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Conoce el ingenioso juego que te permite revivir la burbuja inmobiliaria española

'Ladrillazo' explica el boom especulativo que vivió España a principios de siglo en un inédito juego de mesa, incluyendo los nombres, lugares y hechos reales.
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1 Dic 2017 – 04:45 PM EST
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El juego acepta hasta seis jugadores. Las ilustraciones de las cartas son originales, hechas por Rut Pedreño y Joaquín Aldeguer. Crédito: Ladrillazo

A finales de la década pasada y luego de terminar su carrera de ingeniero en diseño industrial, Francisco Fernández, hoy de 37 años y oriundo de Galicia, seguía viviendo con tres compañeros de la universidad en un pequeño apartamento en Madrid. Tenía un trabajo que pagaba bien y reunía, ante los ojos de cualquier banco, caja o prestamista, los requisitos para comprar su propia casa.

¿Por qué, entonces, Fernández seguía compartiendo apartamento?

Simple: la burbuja inmobiliaria española había reventado y catapultado los precios de las propiedades a cifras estratosféricas. Con ello, las hipotecas se volvieron restrictivas y era casi imposible obtener una. Antes de que Fernández pensara en comprar una vivienda y la burbuja explotara, España se encontraba en medio de un frenesí inmobiliario donde los bancos prestaban dinero a rienda suelta, las inmobiliarias edificaban más que en cualquier otro país europeo y los españoles se endeudaban fácil y rápidamente con hipotecas a 40 años. Desde casinos y candidaturas olímpicas hasta resorts de golf, el mercado inmobiliario español estaba inflándose como nunca antes.

“Yo no podía soñar ni con hipotecarme o siquiera pedir un préstamo para comprar una casa”, dice. “Y eso no solo me pasó a mí, sino que le pasó a mucha gente”.

Fernández empezó a interesarse en el problema. Un problema que él mismo llama como ‘generacional’, una especie de hito en la vida de otros jóvenes españoles profesionales de su edad que no pudieron comprar una vivienda y que, finalmente, tuvieron que lidiar con un mercado inmobiliario inflado e impulsado por la especulación. Tras la explosión de la burbuja, vino la crisis económica y con ello el éxodo de cientos de miles de españoles a diferentes países como Reino Unido, Chile, Alemania y Estados Unidos.

“Pues una noche me puse a hacer el juego y tres días después lo tenía hecho. Era una primerísima versión, claro”, dice Fernández.


Así nació Ladrillazo, el primer juego de mesa que te permite vivir la burbuja inmobiliaria española como un participante más de esta intrincada telaraña tejida entre políticos, constructores, ciudadanos, terrenos baldíos y negocios sucios. Luego de terminar la primera versión del juego, Fernández y Alejandro Pérez –su actual socio– probaron el juego por más de ocho horas. “Usamos todo el suelo, tras haber empezado en la mesa. Habíamos tenido que bajar todas las cartas al suelo porque no había más sitio. Habían, claramente, algunas mecánicas por corregir”, dice Fernández mientras ríe.

Hoy, la versión final está lista para ser distribuida luego de tres años de trabajo y perfeccionamiento. Hasta la fecha, Ladrillazo ha recaudado más de 30,000 dólares a través de un crowdfunding en internet, donde se puede comprar el juego desde cualquier parte del mundo.

El juego admite hasta seis jugadores y cuenta con 162 cartas diferentes, las que retratan –con nombres y descripciones reales– a los políticos, ciudadanos, edificios, proyectos y actores de la burbuja inmobiliaria. El objetivo del juego es armar las redes de contacto más beneficiosas que permitan hacer proyectos inmobiliarios de grandes proporciones. Para jugar, necesitas terrenos y ciudadanos, con los que deberás convencer a los políticos –como José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del gobierno– y a constructores como Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, para que se sumen a la ejecución de los proyectos. Mientras más proyectos logres concretar, más dinero te llevas. Gran parte de la dinámica del juego está basada en otros juegos como las populares cartas Magic y Los Colonos de Catan.


Tras sumar apoyos y construir, todo el dinero que el jugador gane se deberá ir a uno de los ocho paraísos fiscales del juego, los que desde Panamá hasta Mónaco evitarán que el dinero caiga en manos de los otros jugadores. Cuando se acabe el dinero del país –el que está escondido tras un tubo opaco para fomentar la especulación– la burbuja reventará y la partida habrá terminado.

El juego, según Fernández, es una enseñanza en tres dimensiones. Primero, educa sobre el fenómeno histórico en sí mismo: todos los personajes, citas, terrenos y proyectos son reales. “Cada carta tiene citas de los personajes, sacadas de artículos de prensa o de hemerotecas. Las citas, al igual que los políticos, los constructores, y todos los involucrados en la burbuja son reales”, dice. Segundo, el juego educa sobre los mecanismos utilizados para inflar la burbuja inmobiliaria que finalmente llevó a España a una grave crisis económica. Y en tercer lugar, Ladrillazo juega con la psicología del jugador, permitiéndoles vivir en experiencia propia lo que algunos de los responsables de la burbuja llevaron a cabo entre 2004 y 2008.

“Resulta que [los jugadores] sufren una especie de abducción mental y se convierten en estas personas intermediarias. El jugador es quien está buscando con afán hacerse amigo de todo el mundo con el objetivo de ganar dinero. La gente se vuelve codiciosa”, dice Fernández.

El crowdfunding de Ladrillazo finaliza el 9 de diciembre, al que ya han donado más de 840 personas. El juego tendrá una segunda edición, próxima a ser distribuida en 2018, tras el éxito obtenido en España y Europa.

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