En EEUU hay una ley que garantiza el derecho a tener agua potable segura y cuando hay fallas en el suministro se tiene que informar a la ciudadanía. Por ejemplo, un corte de electricidad en una planta de tratamiento hace que el agua en los acueductos pierda presión y esto permite que se infiltren contaminantes. En esos casos es cuando las autoridades emiten una orden para hervir el agua que llega a los hogares.