"Que pague con cárcel": joven que denunció a Dani Alves por agresión sexual no quiere ser indemnizada
La joven que acusó al futbolista brasileño Dani Alves de haberla agredida sexualmente en los baños de una discoteca de Barcelona, renunció a ser indemnizada por el jugador, ante la jueza que investiga el caso.
A pesar de que la magistrada le recordó que, en caso de condena, podía ser resarcida económicamente por las lesiones y daños morales sufridos, la joven, de 23 años, no quiso ejercer ese derecho porque su objetivo era que el exjugador pague con cárcel, le dijeron fuentes de la investigación al diario español El País.
“Declaración contundente y persistente”
Alves está detenido sin fianza desde este viernes, cuando la jueza instructora aceptó la petición de la fiscalía de enviarlo a prisión, después de haber sido aprehendido por la policía catalana, tras regresar a España desde México, donde vive actualmente al ser jugador de los Pumas de la Universidad de la Autónoma de México (UNAM).
El club mexicano ha rescindido el contrato del futbolista, de 39 años, después de que se dio a conocer la acusación en su contra.
Para las autoridades, lo dicho por la mujer es “contundente y persistente” al no presentar contradicciones, ya que ha declarado lo mismo que había contado cuando interpuso la denuncia el pasado 2 de enero, tres días después de la presunta agresión sexual.
No conocía a Alves
La víctima explicó que llegó a las 2 a.m. a la discoteca Sutton, junto con una amiga y su prima, con quienes conoció a unos jóvenes mexicanos que las invitaron a una zona VIP del establecimiento.
Mientras estaban con los jóvenes, un mesero del lugar le dijo a las mujeres -de forma insistente- que había “un amigo” que quería que fueran a su mesa, y al señalarla, apuntó al sitio donde estaban Alves y un amigo suyo, según estableció en la denuncia obtenida por ABC.
La joven dijo que no sabía quién era Alves, hasta que los jóvenes mexicanos se lo dijeron e incluso al brasileño le pareció gracioso que desconociera su carrera como futbolista.
“Me estaba dando asco”
La denunciante aseguró que Alves les ofreció una copa a ella y a sus acompañantes, antes de ponerse detrás suyo y muy pegado a ella. “Me estaba dando asco”, afirmó.
A pesar de la incomodidad de la joven, dijo que el brasileño tomó su mano y la puso en su pene, pero que ella la quitó, antes de que la condujera por una puerta que daba a los baños de la sección VIP del lugar.
Allí, la joven aseguró que Alves cerró la puerta con seguro, se sentó en un lavabo y le dijo que no podía irse, antes de tomar su cabeza con fuerza para dirigirla a su pene con la intención de que le practicara una felación.
Después, la víctima aseguró que la abofeteó, la giró encima de él y la penetró “de manera violenta” hasta eyacular, para después levantarse y decirle “salgo yo primero”, alejándose del baño.
Tras salir del lugar y decirles a sus acompañantes lo que había ocurrido, la joven rompió en llanto y después fue llevada al Hospital Clínic, cuyo parte médico es uno de los indicios de la causa.
Alves: titubeante
Después de ser detenido, las declaraciones de Alves han sido contradictoras, a tal grado que ha ofrecido tres versiones distintas de los hechos.
Primero, le dijo a la jueza que la joven había entrado al baño cuando él estaba allí y que no habían tenido contacto alguno. Después, al fiscal le aseguró que al ver a la joven ingresar, simplemente se quedó parado. Luego Alves matizó que ella se le había echado encima mientras estaba haciendo sus necesidades y que le había practicado una felación.
Para la jueza, esta actitud titubeante y contradictoria fue un elemento más para ingresarlo en prisión, aunado al desarrollo de la investigación que ha trabajado en la escena de la supuesta agresión, revisado las cámaras de vigilancia y analizado el vestido negro que la joven llevaba esa noche, del que se han extraído restos biológicos.
“No sé quién es esa señorita”
Días antes de haber sido detenido, Alves explicó en un video enviado a Antena 3 que desconocía a la joven y que nunca la había visto en su vida.
“Lo siento mucho, pero no sé quién es esa señorita”, dijo el jugador, quien al final quedó ingresado en prisión por riesgo de fuga, a pesar de que se había presentado voluntariamente a declarar.
La jueza indicó que, ante la gravedad de los hechos, Alves podía tener la intención de huir del país, tomando en cuenta su capacidad económica -gana 326,000 dólares mensuales- y que es oriundo de Brasil, país con el que España no tiene convenio de extradición.
En España, el delito de agresión sexual abarca desde toqueteos de carácter sexual no solicitados ni deseados a violación. Si el futbolista es encontrado culpable, Alves podría pasar entre 4 y 12 años de prisión.