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Casa Blanca

Qué tan independientes son los fiscales especiales que investigan a Biden y a Trump

Las fiscalías especiales son instancias del Departamento de Justicia para manejar casos delicados que, como los del manejo aparentemente impropio de documentos clasificados Trump y Biden, pueden quedar fuertemente politizados y cuya investigación debe ser realmente imparcial.
Publicado 14 Ene 2023 – 08:28 PM EST | Actualizado 14 Ene 2023 – 08:28 PM EST
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Un presidente, un expresidente y dos fiscales especiales para investigar un tema similar: el manejo de documentos clasificados.

Este jueves, el fiscal general Merrick Garland nombró a Robert Hur como fiscal especial para ver el caso de los papeles de la era del gobierno de Barack Obama que estaban indebidamente en manos del presidente Biden.

Hace dos meses, Garland asignó a Jack Smith como investigador para el caso de los documentos clasificados que tenía Trump, también indebidamente, en su residencia de Mar-a-Lago tras dejar la presidencia.

Las fiscalías especiales son las figuras que tiene el Departamento de Justicia para tratar casos delicados que, como los de Trump y Biden, pueden quedar fuertemente politizados y es necesario proyectar que la investigación es realmente imparcial. Son instancias que protegen a los investigadores para que su labor no se verá bloqueada por factores de poder a los que puedan estar supervisando.

El propio Departamento de Justicia tiene una relación particular con en el resto del Poder Ejecutivo del cual forma parte. Aunque el fiscal general es nombrado por el presidente se espera que ejerza su trabajo sin influencias de la Casa Blanca.

Esa es una característica que no comprendió del todo Trump quien esperaba “lealtad” de sus secretarios de Justicia o de otros miembros del sistema de justicia, como reconoció cuando despidió a Jeffe Sessions por no haber cortado la investigación del llamado ‘Rusiagate’ que fue asignada a un fiscal especial.

Los fiscales independientes del caso Watergate

Cuando en octubre de 1973, el presidente Richard Nixon quiso que se despidiera a Archibald Cox, el fiscal que investigaba el Watergate, tuvo antes que despedir en una misma noche a su fiscal general, Elliot Richardson y a su segundo, William Ruckelshaus, quienes se negaron a llevar a cabo la orden con la que el mandatario quería terminar con la investigación que finalmente lo forzaría a renunciar.

Ese evento, que pasó a la historia como “la masacre de la noche del sábado”, demostró que las fiscalías especiales no están blindadas. Y menos aún las de ahora, que tienen menos poder que aquella del caso Watergate por los cambios que se ha hecho desde entonces a la legislación.

La Ley de Ética Gubernamental de 1978 se creó poco después del caso Watergate precisamente para proteger las investigaciones especiales a altos funcionarios gubernamentales de cualquier injerencia política, como intentó hacer Nixon.

Lawrence E. Walsh supervisió el caso Irán-Contra en el segundo mandato del presidente Ronald Reagan, las ventas secretas de armas a Irán y el desvío de fondos a las fuerzas rebeldes que luchan contra el gobierno sandinista de Nicaragua.

Una década más tarde, Ken Starr investigó acuerdos inmobiliarios fraudulentos que involucraban a un socio del presidente Bill Clinton y que se amplió para reunir pruebas de los encuentros sexuales de Clinton con la exbecaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky que terminó en el impeachment del presidente.

Pero esa ley prescribió en 1999, y aunque se siguieron nombrando fiscales especiales, no gozan de la misma protección. Su independencia depende de la interpretación de la ley la evaluación que hagan los fiscales generales.

¿Qué es un fiscal especial?

Un fiscal especial es un investigador designado para investigar, y posiblemente enjuiciar, un caso en el que el Departamento de Justicia se perciba a sí mismo como en conflicto o en el que se considera de interés público que alguien fuera del gobierno entre y asuma la responsabilidad de un importar.

De acuerdo con el Código de Regulaciones Federales, un fiscal especial debe tener "una reputación de integridad y toma de decisiones imparcial", así como "una comprensión informada de las leyes penales y las políticas del Departamento de Justicia".

Aunque no están sujetos a la supervisión diaria del Departamento de Justicia, los fiscales especiales deben cumplir con las normas, políticas y procedimientos del departamento. También informan técnicamente al fiscal general, el único funcionario del gobierno que puede despedirlos.

El fiscal general puede pedir explicaciones a un fiscal especial sobre cualquier paso de investigación, aunque según las normas también se espera que otorgue gran peso a las opiniones del investigador designado.

¿Cuánto poder tiene los fiscales independientes?

Los fiscales especiales tienen un presupuesto y pueden solicitar un equipo de abogados, tanto dentro como fuera del departamento, si necesitan ayuda adicional.

Además de la capacidad de presentar acusaciones, los abogados especiales están dotados de herramientas básicas para hacer cumplir la ley, como el poder de emitir citaciones y órdenes de allanamiento.

Robert Mueller, un exdirector del FBI que, como fiscal especial en la administración Trump del ‘Rusiagate’, la posible coordinación entre Rusia y la campaña de Trump de 2016, emitió más de 2800 citaciones y ejecutó casi 500 órdenes de allanamiento e incautación.


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