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El mensaje de los electores, más allá de los resultados

"A contrapelo de toda amenaza, y para sorpresa de los análisis más agoreros, la democracia y el espíritu democrático estadounidense gozan de muy buena salud".
Opinión
Periodista/especialista en narrativas de ficción y no ficción.
2022-11-09T16:08:48-05:00
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"El único perdedor de la noche fue el trumpismo: la marea roja que se esperaba no sucedió". Crédito: Charles Krupa/AP

Ha sido una elección inusual, en el sentido de que todas, o mejor dicho, casi todas las partes, declaran, con razón, su propia victoria: por un lado, los republicanos retomaron control institucional, después de perder todas las instancias electorales en 2020. Y por otro, Biden recibe un revés que es casi tradicional en la política estadounidense: es ya esperable que el partido opositor a quien ocupa la Casa Blanca gane las elecciones de medio término, pero esta vez la derrota ha sido mucho menos pronunciada que la que recibieran Clinton y Obama, los antecesores demócratas del mandatario de Delaware. De hecho, el Congreso quedó representado con un buen balance de fuerzas.

El único perdedor de la noche fue el trumpismo: la marea roja que se esperaba no sucedió, en buena medida, porque numerosos candidatos que Trump prácticamente impuso con su apoyo en las primarias, no pudieron ganar la elección general. "No eran buenos candidatos", dijo un asesor del exmandatario a Jim Acosta, excorresponsal en Washington de CNN. "Y eso también importa". La sola aclaratoria es inaudita.

Las causas por las que la gente eligió son variadas, aunque difíciles de adjudicar en cada caso: apoyo a la gestión del Covid y la economía de la administración Biden; reprobación de la gestión de la inflación, el precio del combustible y las relaciones internacionales; defensa de la democracia; defensa del derecho al aborto; rechazo al trumpismo; rechazo al ala izquierdista demócrata; lealtad republicana; lealtad demócrata.

El gran ganador de la noche es Ron de Santis. No sólo se reeligió con sobrada ventaja, tanto cuantitativa como porcentual, sino que termina de consolidar la tendencia republicana en un estado que hasta hace poco era un estado péndulo, o swing state, como reza la jerga política anglosajona.

Y ese triunfo termina de completar los códigos a descifrar en estas elecciones.

Lo primero es que, en colectivo, el electorado estadounidense ejerce su libertad sin chantajes, nunca se siente preso de una idea fija, y es capaz de cambiar con la misma libertad con la que vive. Anteayer era trumpista, ayer demócrata, hoy elige a republicanos tradicionales. No hay etiquetas que lo esclavicen.

Lo segundo, es que el grupo que estuvo fanatizado por algunos años con el carisma caudillesco de Donald Trump parece no sólo haber disminuido (ya las elecciones de 2020 dieron cuenta de ello), sino que, aunque Trump no aceptó la derrota electoral, ni política, a sus candidatos les cuesta ganar en las contiendas electorales. Por una parte, porque no son candidatos competitivos en su mayoría, y por la otra, porque la supuesta bendición del apoyo de Trump en realidad se ha convertido en un lastre.

En ese sentido, la de De Santis, justo ayer que Trump amenazó con decir "lo que sólo su esposa sabía" de De Santis, si el gobernador de Florida se lanza a la presidencia para 2024, es una victoria que le confirma a los republicanos que no sólo Trump es una carga, sino que la victoria es posible más bien sin su apoyo.

A contrapelo de toda amenaza, y para sorpresa de los análisis más agoreros, la democracia y el espíritu democrático estadounidense gozan de muy buena salud.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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