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Guerra Rusia y Ucrania

El silencio de Putin: el presidente ruso deja para otros los fracasos de su Ejército en Ucrania

La ausencia de Putin se produce cuando Rusia enfrenta crecientes reveses en casi nueve meses de guerra. El líder ruso parece haber delegado la entrega de malas noticias a otros, una táctica que ya usó durante la pandemia de coronavirus.
Publicado 21 Nov 2022 – 11:49 AM EST | Actualizado 21 Nov 2022 – 11:49 AM EST
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Cuando los altos mandos militares de Rusia anunciaron en una aparición televisada que retirarían las tropas de la ciudad clave de Jersón, en el sur de Ucrania, un hombre faltaba en la sala, el presidente Vladimir Putin.

Mientras el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el general Sergei Surovikin, comandante en jefe de Rusia en Ucrania, recitaban rígidamente los motivos de la retirada frente a las cámaras el 9 de noviembre, Putin estaba recorriendo un hospital neurológico en Moscú, viendo a un médico realizar una cirugía cerebral.

Más tarde ese día, Putin habló en otro evento, pero no mencionó la retirada de Jersón, posiblemente la más humillante de Rusia en Ucrania. En los días que siguieron, no ha comentado públicamente sobre el tema.

El silencio de Putin se produce cuando Rusia enfrenta crecientes reveses en casi nueve meses de guerra. El líder ruso parece haber delegado la entrega de malas noticias a otros, una táctica que ya usó durante la pandemia de coronavirus.

Rusia se retira de Jersón y Putin no habla del tema

Jersón era la única capital regional que las fuerzas de Moscú habían tomado en Ucrania. La ciudad cayó en manos rusas en los primeros días de la invasión. Se trata de una puerta de entrada clave a la península de Crimea, durante meses.

Moscú, ilegalmente, proclamó la anexión de Jesón y otras tres provincias ucranianas. Putin organizó personalmente una ceremonia en el Kremlin llena de pompa que proclamó que los habitantes de Lugansk y Donetsk, Jerson y Zaporiyia eran ciudadanos rusos “para siempre”.

Sin embargo, poco más de un mes después, las banderas tricolores de Rusia fueron reemplazados en los edificios gubernamentales Jersón por las amarillas y azules de Ucrania.

El ejército ruso informó que completó la retirada de Jersón y las áreas circundantes a la orilla oriental del río Dniéper el 11 de noviembre. Desde entonces, Putin no ha mencionado la retirada en ninguna de sus apariciones públicas.

“Sigue viviendo en la vieja lógica: esto no es una guerra, es una ‘operación especial’, las decisiones principales las toma un pequeño círculo de 'profesionales', mientras que el presidente mantiene las distancias”, escribió la analista política Tatyana Stanovaya en un comentario reciente.

Putin, de quien alguna vez se llegó a decir que supervisaba personalmente la campaña militar en Ucrania y daba órdenes a los generales sobre asuntos del campo de batalla, ahora se muestra concentrado en todo menos en la guerra.

Discutió los procedimientos de quiebra y los problemas de la industria automotriz con funcionarios del gobierno, habló con un gobernador siberiano sobre impulsar las inversiones en su región, tuvo llamadas telefónicas con varios líderes mundiales y se reunió con el nuevo presidente de la Academia de Ciencias de Rusia.

El martes, Putin presidió una videoconferencia sobre los monumentos conmemorativos de la Segunda Guerra Mundial. Ese era el día en que se esperaba que hablara en la cumbre del Grupo de los 20 en Indonesia, pero no solo decidió no asistir, ni siquiera se unió a ella por videoconferencia o envió un discurso pregrabado.

La reunión conmemorativa de la Segunda Guerra Mundial fue la única en los últimos días en la que se mencionaron algunas ciudades ucranianas, pero no Jersón. Después de la reunión, Putin firmó decretos otorgando a las ciudades ocupadas de Melitopol y Mariupol el título de Ciudad de la Gloria Militar, mientras que Lugansk fue honrada como Ciudad del Mérito Laboral.

Putin, el líder que no comete errores

El analista político independiente Dmitry Oreshkin atribuyó el silencio de Putin al hecho de que ha construido un sistema político similar al de la Unión Soviética, en el que un líder, o "vozhd" en ruso, un término usado para describir a Josef Stalin, por definición es incapaz de cometer errores.

Putin y el sistema Putin... están construidos de tal manera que todas las derrotas se atribuyen a otra persona: enemigos, traidores, una puñalada por la espalda, rusofobia global, cualquier cosa, en realidad”, dijo Oreshkin. “Entonces, si perdió en algún lugar, primero, no es cierto, y segundo, no fue él”.

Algunos de los partidarios de Putin cuestionaron un distanciamiento tan obvio de lo que incluso los círculos pro-Kremlin consideraban eventos críticos en la evolución de la guerra.

Ver a Putin tener llamadas telefónicas con los líderes de Armenia y la República Centroafricana en el momento de la retirada de Jersón resultó más preocupante que “la misma tragedia de Jersón”, dijo el analista político pro-Kremlin Sergei Markov en una publicación en Facebook.

“Al principio, ni siquiera me creía la noticia, así de increíble era”, dijo Markov, describiendo el comportamiento de Putin como una “demostración de un apartamiento total”.

La retirada de Jersón para "salvar vidas"

Otros buscaron darle un giro positivo a la retirada y entretejer a Putin en ella. El presentador de televisión pro-Kremlin Dmitry Kiselev, en su estelar programa de noticias el domingo por la noche, dijo que la lógica detrás de la retirada de Jersón era “salvar a la gente”.

Según Kiselev, quien habló frente a una enorme imagen de un Putin de aspecto preocupado y con una leyenda que decía: “Para salvar a la gente”, dijo usando la misma lógica deel presidente,“para salvar a la gente, y en circunstancias específicas, a cada persona”.

Así es como algunos rusos comunes también pueden ver la retirada, dicen los analistas.

Para apaciguar a los halcones de Rusia, partidarios vocales del Kremlin que han estado pidiendo medidas drásticas en el campo de batalla y no estaban muy entusiasmados con la retirada de Jersón, están los bombardeos regulares en la red eléctrica de Ucrania, dijo el analista Oreshkin.

Moscú lanzó uno el martes. Con alrededor de 100 misiles y drones disparados contra objetivos en toda Ucrania, fue el mayor ataque hasta la fecha en la red eléctrica del país y dejó a millones sin energía.

Oreshkin cree que tales ataques no infligen demasiado daño al ejército de Ucrania y no cambian mucho en el campo de batalla.

“Pero es necesario crear una imagen de un 'vozhd' victorioso. Por lo tanto, es necesario realizar algún tipo de ataques y gritar sobre ellos en voz alta. Eso es lo que están haciendo en este momento, en mi opinión”, dijo.

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