Todo parece indicar que unos 300 turistas de Estados Unidos, que se encontraban atrapados en las montañas de Perú por las violentas protestas que causó la destitución del expresidente Pedro Castillo, podrán regresar a casa para pasar la Navidad con sus familiares. Los estadounidenses tuvieron que caminar tres kilómetros desde la localidad de Aguas Calientes hasta Cusco y luego emprendieron un viaje hasta Lima.