Según las autoridades, en Florida, una de cada tres mujeres ha sido víctima de abuso físico, psicológico o sexual por parte de su pareja o un familiar. En muchos de estos casos, los agresores cuentan con un permiso para portar un arma de fuego. Con el fin de evitar tragedias, el abogado Bryan Camareno insta a las posibles víctimas a recolectar evidencia de los abusos y denunciarlos. “Pide una orden de protección y automáticamente la persona pierde el derecho de mantener esa pistola”, dijo.