Por qué sigue siendo urgente vacunar a niños menores de 5 años contra el covid-19
Aunque como madre pasé gran parte de la pandemia contando los días para que llegara la aprobación de la vacuna pediátrica contra el covid-19 para menores de 5 años cuando el día finalmente llegó prácticamente me había cansado de esperar por ella.
Al igual que para muchas otras familias, el sentido de urgencia ante esta vacuna se redujo en los últimos meses luego de que todos en casa nos contagiamos y especialmente cuando la sociedad retomó la normalidad tras el repunte de ómicron en EEUU.
Pese a que nuestra percepción de la pandemia haya cambiado, la realidad es otra: el coronavirus sigue circulando y la evidencia científica demuestra todavía es crucial y urgente vacunar a nuestra hija de 3 años contra el covid-19 y cuanto antes, al igual que ya lo hicimos con sus hermanos mayores de cinco.
El covid-19 está entre las principales causas de muerte en niños pequeños
El hecho de que la mayoría de los médicos y pediatras estén ansiosos por vacunar a sus niños pequeños ya dice mucho. “Soy madre de dos niños pequeños de 2 y 4 años y estoy ansiosa de vacunarlos para reducir el riesgo de enfermedad severa para mis hijos”, me dice la doctora de emergencia y profesora de salud pública de la Universidad de Washington, Leana Wen , quien recalca que “el covid-19 sigue siendo una gran amenaza para estadounidenses y personas en todas partes del mundo, incluyendo los menores de 5", y que en EEUU miles han sido hospitalizados y más de 400 niños pequeños han muerto por esta enfermedad.
Subvariantes de ómicron circulan a gran escala en el país, y han causado repuntes de hospitalizaciones en muchos estados. El riesgo del contagio para los más pequeños sigue estando latente, aunque optemos por ignorarlo.
Y las cosas podrían empeorar durante el otoño. “El mensaje para los padres es no esperen por vacunar a sus hijos contra el covid-19. Se pronostica un otoño difícil y ahora durante el verano es el momento de agendar la vacuna que dará los niños los mayores niveles de protección y reducirá notablemente el riesgo de enfermedad severa y hospitalización”, dice el infectólogo del Hospital de Niños St Jude, Diego Hijano.
Ningún niño debería morir de covid-19
Quienes insisten en el argumento de que el covid-19 suele ser más leve en niños, deben entender que comparar el riesgo de muerte ante el covid-19 de los niños frente al de adultos mayores es un error: cualquier muerte infantil prevenible simplemente no debería ocurrir en primer lugar, advierten muchos expertos estadounidenses.
“Esta es una oportunidad que no tenemos con frecuencia, el participar en prevenir en la muerte de niños pequeños. La muerte de un niño pequeño es una tragedia increíble y sabemos que esta enfermedad está matando a los niños”, dijo la miembro del comité de prácticas de inmunización de los CDC, Beth Bell.
El análisis debe partir de otra perspectiva: sopesar el riesgo que representa el covid-19 para los niños pequeños en comparación con otras enfermedades.
Desde esta óptica, prácticamente no hay cabida para la duda. El covid-19 está entre las primeras cinco causas de muerte en menores de 4 años y encabeza la lista de enfermedades infecciosas más mortales en este grupo de la población.
“El covid-19 causa más muertes infantiles en comparación con otras enfermedades contra las que vacunamos a los niños en la época anterior a que esas vacunas estuvieran disponibles. Si no estás a favor de vacunarlos contra el covid-19, entonces ¿cuál es tu teoría sobre la vacunación infantil? ¿Acaso deberíamos dejar de vacunarlos contra la meningitis, rubeola o varicela?”, argumenta el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Maine, Nirav Shah en un hilo de Twitter.
La realidad demuestra que ómicron no ha sido más leve para los niños pequeños
Si bien se dice que ómicron y sus sub-variantes suelen causar contagios más leves, las hospitalizaciones por covid-19 en menores de cinco años todavía no elegibles a ninguna vacuna fueron más altas que en ningún otro grupo de edad durante la primera ola de ómicron en EEUU.
Las hospitalizaciones superaron las previas por gripe y otras olas del covid-19 y 1 de cada 4 pequeños de 1 a 3 años que fueron hospitalizados por covid-19 requirieron cuidados intensivos.
De los hospitalizados apenas aproximadamente la mitad tenía condiciones preexistentes, indican datos publicados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades reseñados por Your Local Epidemiologist en su newsletter.
Si mi hijo ya tuvo covid-19 ¿por qué vacunarlo?
Para esos padres cuyos niños pequeños ya sufrieron un contagio de covid-19 -un grupo en el que me incluyo- la decisión de vacunarlos tiene un matiz adicional.
¿Por qué hacerlo si estos niños ya ‘vencieron’ sin problemas al covid-19 una vez? Una pregunta legítima e importante, sobre todo cuando estimaciones de seroprevalencia de los CDC para este grupo indican que el 70% de los niños entre 6 meses y 4 años se han contagiado con el nuevo coronavirus durante la pandemia.
No obstante, aquí también hay argumentos razonables a favor de la vacunación.
Lo primero: los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y su comité de expertos independientes recomiendan de forma unánime la vacuna, incluso para los niños que ya han tenido covid-19.
¿Hasta cuándo se puede esperar? Aunque no hay una recomendación oficial al respecto, los CDC han dicho que es prudente hacerlo por hasta tres meses después del contagio.
Se ha visto que las reinfecciones de covid-19 se han hecho cada vez más comunes y que la ‘ inmunidad híbrida’, esa derivada del contagio previo seguido por la vacunación ofrece los mayores niveles de protección.
La epidemióloga Katelyn Jetelina -quien tampoco titubea en vacunar a sus hijas que ya enfermaron de covid-19 en el pasado- hace referencia a un estudio reciente publicado en Inmunity que indica que el 32% de los niños infectados con el covid-19 no llegaron a desarrollar anticuerpos y que su respuesta de células T fue insuficiente.
Y no hay que olvidar que las vacunas reducen las probabilidades de que el covid-19 deje secuelas permanentes ( long covid) y que es mucho lo que desconocemos del impacto a largo plazo de este virus.
“El covid-19 es un virus nuevo y patogénico. La mayoría tendrá una enfermedad leve y se recuperará bien de una enfermedad aguda, pero debemos ser humildes y reconocer que no sabemos sus implicaciones en el largo plazo. Dejar que toda una generación de niños se contagie sin una inmunidad base puede ser imprudente”, dice el ex comisionado de la FDA Scott Gottlieb, en un hilo de Twitter.
Cita el ejemplo del virus Epstein Bar: “Lo vimos como parte de la realidad de crecer y muchos adolescentes se contagiaron. Nunca consideramos una vacuna contra él y ahora sabemos que causa células B cancerosas y posiblemente esclerosis múltiple”.
Expertos aseguran que los beneficios de la vacuna superan los riesgos
El análisis riesgo/beneficio está claro para las máximas autoridades sanitarias del país y también para nuestra familia.
“Padres los animo con firmeza a vacunar a sus hijos contra el covid-19”, dijo su directora, Rochelle Walensky, quien también motiva a los padres a hablar con sus pediatras y médicos al respecto.
“Aquellos cuidadores y padres de niños pueden tener confianza en la seguridad y efectividad de estas vacunas y pueden estar tranquilos de que la agencia fue rigurosa en su evaluación de los datos”, recalcó el comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés).
Las dos vacunas (la de Pfizer y la de Moderna) que recibieron autorización de emergencia de la agencia de la FDA y que son recomendadas por los CDC para niños entre 6 meses a 5 años de edad, se adhieren a los parámetros de efectividad y seguridad requeridos por las autoridades pertinentes.
No por casualidad tardaron tanto en llegar: había que estar seguros de que fueran evaluadas con rigor y de que valiera la pena usarlas.
Ya están aquí. Ahora la oportunidad de proteger a nuestros hijos pequeños depende exclusivamente de nosotros.
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