Cuando Alicia fue admitida en abril en el Centro de Procesamiento de ICE en el Sur de Louisiana, supo que estaba embarazada. La detuvieron cuando se presentó en una cita de rutina en Nueva Orleans y poco después el personal médico de la instalación federal le dio la noticia. La separación de sus dos hijos menores de edad (con menos de 5 y 15 años) le generó mucho estrés. No comía bien, sólo porciones mínimas de alimentos "de calidad deficiente, que la dejaban con hambre y en estado de desnutrición". No estaba llevando un embarazo tranquilo. En mayo comenzó a sentir fuertes dolores abdominales, presentó secreción vaginal, contracciones y sangrado.
ICE le informó que estaba embarazada y la mantuvo detenida por meses: organizaciones reportan casos similares en números "sin precedentes"
Organizaciones de derechos civiles han denunciado que ICE mantiene en detención a una cifra nunca vista de mujeres embarazadas.
Su historia es parte de una carta enviada por distintas organizaciones al director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Todd Lyons, con más testimonios de mujeres embarazadas que fueron detenidas —o que aún están detenidas— y denunciaron que no recibían atención prenatal adecuada, que se les negaban suplementos esenciales y que sufrían negligencia médica de parte del personal en dos centros de detención: el del Sur de Louisiana, conocido como Basile, y el de Stewart, en Georgia.
La abogada del Centro de Derechos Humanos Robert F. Kennedy, Sarah Decker, fue quien entrevistó a Alicia en Basil. El caso de esta madre, cuyo nombre fue cambiado para protegerla, es uno entre al menos una docena que varias organizaciones fueron conociendo a través de las denuncias de sus clientes detenidos.
"En los cinco años que hemos estado yendo a instalaciones de detención de ICE, especialmente en Louisiana, nunca habíamos visto este número de mujeres embarazadas en detención", cuenta Decker a Univision Noticias. En el pasado, asegura la abogada, a mujeres embarazadas como Alicia —sin antecedentes criminales o indicios de que pudiera representar un peligro para la comunidad— las hubieran liberado para que pudieran recibir la atención prenatal y postnatal adecuada en libertad. Es parte de los lineamientos de la propia agencia.
"Este es definitivamente un nuevo fenómeno. Como parte de este régimen de detenciones masivas y deportaciones, han detenido a cientos de personas que normalmente no serían detenidas", dice. En algunos casos que conocieron, las mujeres pasaron de seis a siete meses de su embarazo en detención.
Cuando Alicia en mayo notificó a los funcionarios de sus dolores y secreciones vaginales, la llevaron a un hospital local. Allí, no le explicaron en español qué procedimiento le realizarían y le inyectaron un medicamento cuyo nombre no pudo precisar. Había sufrido un aborto espontáneo. Ese mismo día, a la 1:00 am, la devolvieron al centro de detención: "La mantuvieron allí hasta que pudieron deportarla", denuncia Decker.
Su malestar no mejoró durante los días siguientes.
Trasladadas con grilletes, detenidas sin razón
Los testimonios presentados a Lyons por organizaciones —bajo pseudónimos— como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), el Centro Robert F. Kennedy, Santuario del Sur y el Proyecto Nacional de Inmigración son apenas una muestra de las detenciones en estos dos centros. Recién en julio de 2025, el senador Jon Ossoff denunció condiciones similares en al menos 14 mujeres embarazadas bajo custodia de ICE: que no recibían atención médica adecuada o urgente cuando la necesitaban, se les negaban meriendas y comidas adecuadas, y algunas eran forzadas a dormir en el suelo.
Entre los testimonios de la carta enviada por organizaciones a ICE está el de Marie, una estudiante de postgrado que pasó 20 semanas de su embarazo detenida en Basile. A su llegada a este centro informó a los funcionarios de su estado pero no le creyeron. Aunque su embarazo era de alto riesgo, contó que el personal médico del centro no le daba sus vitaminas prenatales, esenciales para el desarrollo del bebé. "Durante la consulta, una enfermera le dijo: 'No se va a morir si no las toma'", se lee en la misiva.
Ella misma presenció como otra mujer embarazada en Basile que pedía ayuda luego de tres días de sangrado, sufrió un aborto espontáneo en el baño del dormitorio.
En la carta también se cuenta la historia de Ana, detenida en Basile pese a que se encontraba en su sexto mes de gestación. "A pesar de que Ana está embarazada y tiene un hijo pequeño ciudadano estadounidense que la espera en casa; de que se resolvió satisfactoriamente el cargo relacionado con su disputa doméstica, y de que ha presentado pruebas de que sus procedimientos de deportación probablemente seguirán sin resolverse para cuando llegue a su tercer trimestre de embarazo, ICE continúa manteniéndola detenida", se lee.
Se incluyó además el caso de Jenny, cuyo embarazo era "evidente", cuentan, al momento de su detención en febrero de 2025. Pese a eso, le colocaron grilletes para trasladarla al centro de detención. Ya en Basile, dijo que sufrió de diarrea y vómitos frecuentes por la mala calidad de los alimentos; contó que algunos agentes les negaban agua potable a las personas detenidas en su unidad, entre ellas, otras embarazadas.
Ella sufrió sangrado vaginal, por lo que tuvo que ser trasladada dos veces a una sala de urgencias. ICE la liberó después de que sus abogados intervinieran. En detención conoció a dos mujeres que habían sufrido abortos espontáneos. Ella pudo tener a su bebé pero contó a las organizaciones que "se siente profundamente traumatizada por la experiencia vivida".
¿Cuántas son las embarazadas bajo arresto de ICE?
Sarah Decker asegura que en cinco meses de 2025 las organizaciones lograron confirmar al menos una docena de embarazadas detenidas en Basile, uno de los centros de detención migratoria con mayor capacidad. Sin embargo, cree que en centros de ICE del país podría haber cientos de mujeres gestantes, en postparto o con bebés lactantes.
En julio de 2021, el DHS puso en marcha una directiva que ordenaba no detener o tomar bajo custodia a mujeres en estas condiciones. En los casos excepcionales en que debían mantenerse bajo arresto civil, el lineamiento exigía evaluar "al menos una vez a la semana" si la detención era apropiada. En cifras de abril a septiembre de 2023 presentadas por DHS al Congreso, de 185 casos de mujeres embarazadas detenidas, 166 resultaron liberadas bajo distintas medidas (desde paroles a órdenes de supervisión y libertad condicional) y 14 deportadas. En ese tiempo, dice el informe del DHS, permanecieron en promedio unos 11.27 días detenidas.
Desde enero de 2025, aunque el gobierno de Donald Trump no ha rescindido formalmente ese lineamiento, las organizaciones denuncian que tampoco lo aplica que no ha reportado de forma pública las cifras de embarazadas detenidas.
Univision Noticias pidió información a ICE sobre las cifras y las condiciones de las embarazadas en detención. Tricia McLaughlin, subsecretaria de asuntos públicos de DHS, respondió: "Estos son los hechos: es extremadamente raro que una mujer esté embarazada y detenida por ICE. Actualmente, las mujeres embarazadas representan 0.133% de todos los inmigrantes indocumentados bajo custodia".
McLaughlin aseguró que la carta de las organizaciones incluye reclamos "anónimos, sin fundamento y no verificables" y que la agencia brinda visitas prenatales regulares, servicios de salud mental, de apoyo nutricional y espacios de alojamiento alineados con los estándares requeridos.
Melanie Nezer, vicepresidenta de activismo y relaciones externas de la Comisión de Mujeres Refugiadas, coincidió con Decker en que "es una situación sin precedentes". Su organización busca acceder a las cifras y condiciones de las embarazadas detenidas por ICE de tres maneras.
Primero, hicieron un pedido de información pública a la agencia para conocer el estado en que se encuentran las mujeres embarazadas y si se está siguiendo con los procedimientos de ley para estos casos; asegura que no han obtenido respuesta. Segundo, viajaron a México, Honduras y Guatemala para conversar con el personal médico que recibe a las personas deportadas desde Estados Unidos. Tercero, hace un mes iniciaron un 'tracker' (rastreador) de mujeres embarazadas detenidas para que cualquiera que conozca un caso pueda reportarlo.
Preliminarmente, en las consultas al personal médico y por el 'tracker' han detectado que "hay personas que sufren abortos espontáneos durante la detención. Las mujeres embarazadas deportadas están en estado de desnutrición, lo que puede tener graves consecuencias para sus bebés. Las madres lactantes son separadas de sus hijos. No se mide la edad gestacional", explica.
Condena que las embarazadas estén viviendo en estas condiciones dentro de una especie de "caja negra", donde sus casos no están siendo documentados y donde no tienen la atención médica que requieren: "Eso no debería estar pasando en nuestro país".
Después de la deportación
Después de que Alicia fue devuelta del hospital a Basile permaneció detenida dos meses más. Fue en ese tiempo en que ella tuvo la entrevista con Sarah Decker. La abogada cuenta que cuando la conoció, Alicia temblaba y lloraba, "reviviendo esa experiencia que sintió como una agresión".
En ese tiempo, seguía presentando sangrado y secreción vaginal maloliente, inflamación y un dolor en el útero que se irradiaba a sus extremidades, cuenta Decker. En junio, se sumó fiebre y no podía dormir del dolor.
"Su caso es particularmente atroz", dice Decker, "porque incluso después de sufrir un aborto espontáneo, se le negó cualquier atención médica y sufrió una infección vaginal que no recibió tratamiento durante meses y que podría haber puesto en peligro su vida".
La abogada cuenta que en esos meses enviaron correos a ICE pidiéndole que Alicia fuera trasladada a un ginecólogo que pudiera evaluarla y ponerle un tratamiento. "La ignoraron completamente. Todo lo que necesitaba era ir a un hospital y recibir antibióticos para tratar su infección".
Decker condena el "trauma profundo" que ICE creó en Alicia y que está creando en más detenidas. La única solución para evitarlo, dice, es que mujeres embarazadas, en postparto o lactantes no sean detenidas.
ICE deportó a Alicia en julio. Fue en su país donde recibió el tratamiento que requería para su infección. Mejoró, pero sigue separada de su familia.



