A las 3:47pm del pasado viernes, el juez del Distrito Oeste de Louisiana, Terry A. Doughty, ordenó que el joven de 18 años Carlos Guerra León fuera liberado "inmediatamente" del Centro Correccional de ICE Jackson Parish. Siete minutos después, sus abogados notificaron a los del gobierno que iban en camino; les tomaría seis horas para llegar en carro desde New Orleans. Les respondieron que pasarían la información a la instalación para que se honrara la orden judicial. Pero cuando arribaron, poco después de las 10 de la noche, en Jackson Parish no tenían información y les respondieron que las liberaciones se hacían entre las ocho de la mañana y las cuatro de la tarde.
Un joven de 18 años pasó casi 3 meses detenido por ICE, un juez ordenó liberarlo "inmediatamente" y ICE lo permitió 16 horas después
Después de casi tres meses en detención migratoria, el joven guatemalteco Carlos Guerra León fue liberado por orden de un juez de distrito. No fue una salida fácil: cuando sus abogados llegaron al centro de ICE, a seis horas de New Orleans, las autoridades no cumplieron con el mandato judicial. Él durmió una noche más en una celda.
"Lo que pasó fue que llegamos y parecía que nadie en las oficinas de ICE ni en el centro de detención tenía ni idea de qué estábamos hablando. Eso es inaceptable", dijo a Univision Noticias Nora Ahmed, abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), una de las organizaciones de derechos civiles a cargo de la petición de habeas corpus de Guerra León que decidió el juez Doughty.
"Técnicamente, la orden judicial se emite, y si dice 'inmediatamente' eso debería significar 'en ese mismo momento'. Así que si hubiéramos llegado en cinco minutos, nos lo deberían haber entregado dentro de ese plazo", agregó.
Carlos Guerra León no fue liberado esa noche. Salió del Centro Correccional Jackson Parish el día siguiente a las 8:05am. Y volvió a ver su madre, que lo esperaba en casa, en un suburbio de Nueva York, cerca de las nueve de la noche.
Carlos Guerra estuvo casi tres meses detenido, separado de su familia y de su comunidad.

El juez Doughty concedió su liberación "inmediatamente" al argumentar que el gobierno no había cancelado la acción diferida que protegía a Carlos Guerra León hasta el 9 de diciembre de 2026, "por lo que el demandante no puede ser deportado" y por tanto, tampoco debía permanecer en detención migratoria, explicó en su decisión.
La abogada del Proyecto Nacional de Inmigración, Bridget Pranzatelli, dijo en un comunicado que "no había base para mantenerlo detenido en primer lugar. Incluso con un equipo de abogados y una orden de una corte federal exigiendo su liberación inmediata, Carlos fue forzado a pasar otra noche en una cárcel". Para ella, el caso "es un ejemplo más de cómo la aplicación de las leyes de inmigración, que ataca a todos sin respetar los límites legales y sin cumplir de inmediato las órdenes judiciales, está perjudicando de forma irreparable a los miembros de nuestra comunidad".
Univision Noticias pidió información al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) sobre el retraso en la liberación de Guerra León y la posibilidad de que la agencia buscara su deportación. La agencia no respondió.
¿Quién es Carlos Guerra León?
Carlos Guerra vino con su madre a Estados Unidos desde Guatemala en 2018. Cuando llegaron al país, ella de inmediato lo inscribió en la escuela. En junio de 2025, con 18 años recién cumplidos, se graduó de secundaria y quería seguir estudiando.

Pero ICE lo arrestó sin una orden judicial el 9 de agosto cuando iba camino a su trabajo. Lo trasladó a un centro a más de 1,300 millas de distancia de su mamá. La agencia, explicó Ahmed, alegó que había una orden de deportación en ausencia emitida en su contra desde 2019, cuando él apenas tenía 12 años.
Guerra León no estaba indocumentado ni tenía antecedentes criminales.
"No estamos hablando de alguien que hizo algo mal. Hablamos de un beneficiario de algo que el gobierno otorgó (...) Carlos tenía 100% documentos válidos, sus papeles, su licencia de conducir, su tarjeta de seguro social, su autorización de empleo. No faltaba ningún documento", explicó Ahmed en una entrevista en octubre.
La demanda de habeas corpus introducida en octubre ante la Corte del Distrito Oeste de Louisiana cuenta que había sufrido abusos de su padre. Por eso una corte juvenil de Nueva York determinó que regresar a Guatemala podría perjudicarle y le abrió la puerta al Estatus Especial para Inmigrantes Jóvenes (SIJS), una protección humanitaria creada por el Congreso en 1990 para niños inmigrantes que han sufrido abuso, negligencia, abandono o malos tratos de alguno de sus padres (o de ambos).
Las peticiones se deciden en 180 días desde su introducción ante los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) y una vez aprobada, les permite permanecer en Estados Unidos y aplicar a la residencia legal permanente.
Pero tiene un problema: hay más de 100,000 niños inmigrantes de distintos países que han quedado a la espera de que haya visas disponibles del SIJS (hay cupos establecidos), según datos del Proyecto Nacional de Inmigración conocido como 'End SIJS Backlog', del que son parte decenas de organizaciones de derechos civiles, universidades y abogados.
Carlos Guerra León es uno de ellos. Tiene tres años a la espera de su visa, pero mientras tanto, USCIS le otorgó en 2022 una Acción Diferida que lo protege de la deportación.
En la petición de habeas corpus de Guerra, sus abogados argumentaron que su detención violaba protecciones sustantivas del debido proceso: la primera es que tiene una acción diferida válida hasta el 9 de diciembre de 2026; la segunda es que su estatus especial no puede ser revocado sin previo aviso y sin que se le dé la oportunidad de presentar pruebas para desafiar esa decisión y luego, apelar cualquier otra que le sea adversa; la tercera, es que detenerlo contraviene el propósito del SIJS, que es permitirle ajustar su estatus al de residente permanente de Estados Unidos. Si ICE lo devuelve a su país "le destruye ese beneficio", explicó la abogada.
La detención tampoco es legal, defendieron, porque esa medida se justifica si existe peligro de fuga o por el riesgo que él podría representar para la comunidad.
Pero Carlos Guerra no tenía razones para huir: su familia y sus compañeros de trabajo lo esperaban en Nueva York y él estaba a la espera de que se abriera su camino a la green card. Además, el joven no tenía antecedentes criminales, ni siquiera una infracción de tránsito, dijo la abogada.
El trauma de la detención
Nora Ahmed contó que Guerra León permaneció detenido casi tres meses en una celda con otros 105 hombres. Él era el más joven, junto a otro más de 20 años. Cuando salió no habló de lo vivido en detención. Ella cree que él estaba en shock y por eso no lo presionaron.
Mientras sus abogados batallaban en la puerta del centro correccional, Guerra León sabía que debía ser liberado la noche del 31 de octubre y no 16 horas horas después, como ocurrió.
"Me preocupan mucho los traumas prolongados que esto probablemente le haya causado a un joven que se encontró de repente en la cárcel sin siquiera haberlo visto como una posibilidad", dijo Ahmed. Explicó que a diferencia del sistema penal, donde la persona imputada puede tener acceso a un abogado e incluso a salir en libertad, en la detención migratoria actual la persona es "tomada por sorpresa, los secuestran en la calle y no tienen ni idea de cuánto tiempo va a durar (...) Eso es aterrador".
La abogada condena que el gobierno de Trump esté "encarcelando a niños" y a inmigrantes sin antecedentes criminales: "Las personas que vemos en centros de detención no son quienes el pueblo estadounidense cree que están tras las rejas. Aún así, todas estas personas tienen derechos constitucionales y derecho a la libertad. No hay razón para que se suspendan de esta manera, salvo para crear pánico, miedo, caos y para destruir vidas".
Si quieres contactar a la autora de esta historia puedes escribirle a pclarembaux@televisaunivision.com





