Tener un abdomen plano es uno de los objetivos principales cuando se intenta llevar una vida saludable, por lo que existe una gran cantidad de ejercicios y dietas para lograrlo.
Los ayunos intermitente y prolongado se han vuelto prácticas cada vez más comunes en los hábitos alimenticios para bajar o controlar el peso: te decimos cuál es la diferencia, los beneficios y los riesgos de cada uno.
Tener un abdomen plano puede ser una tarea titánica para muchas personas, pero el secreto para conseguirlo no radica en extenuantes rutinas de ejercicio. Existen algunos sencillos trucos alimenticios que pondrán a trabajar tu metabolismo y a desinflamar tu estómago.
El peso es uno de los factores más importantes para estar al pendiente de nuestra salud física, pues la falta o el exceso de este puede representar una alarma del organismo.
Hasta los seis meses tu bebé sólo se alimentará de leche materna o fórmula. Luego de esta edad, tendrá lugar la ablactación o alimentación complementaria, que es el momento en que se introducen en la dieta del niño alimentos diferentes a la leche.
Cuando se nos habla sobre nutrición, se hace hincapié en que debemos elegir los alimentos adecuados para nuestros objetivos; sin embargo, muchas veces no se nos explica las maneras en que podemos cocinarlos.
Para bajar de peso, se debe considerar que la nutrición es el factor principal, pues la ingesta calórica adecuada te permitirá lograr tus objetivos, incluso más rápido que si sólo haces ejercicio.
El colágeno es una de las proteínas más importantes para el cuidado de la piel. Es recomendable consumir un poco de esta sustancia de manera regular, para permitirle al cuerpo regenerar los tejidos muertos y prevenir la aparición de arrugas en el rostro.
Cuando se trata de perder peso, la clave está en comer lo que más te gusta, pero sin excederte en calorías; algo que suena más sencillo de lo que es en realidad.
¿Te sientes cansado o de mal humor? De acuerdo con la nutrióloga Jaclyn London, de la Universidad de Nueva York, existen algunos alimentos que pueden ayudar a mejorar tu estado de ánimo en poco tiempo y que además son fáciles de conseguir.
La mejor manera de controlar tu peso es con un buen sistema de nutrición, que te lleve a un déficit calórico (quemar más calorías que las consumidas en el día).
Es común que en los lugares de comida rápida alguien pida un combo del platillo principal —como hamburguesa o pizza— acompañado de una bebida light, pues no quiere incrementar la cantidad de calorías que consumirá en una sola comida.
La hipertensión es una de las enfermedades más comunes y peligrosas del mundo, con más de mil millones 130 mil personas diagnosticadas con este mal, según cifras del 2015 de la Organización Mundial de la Salud.
La proteína es uno de los tres macronutrientes más importantes que debes incluir en tu dieta, pues saciará tu hambre por más tiempo y ayudará en el menor consumo de calorías, así que podrías perder peso y ganar masa muscular.
La industria fitness está llena de mentiras y mitos que nos hacen creer que vamos por el camino correcto para perder peso, pero en realidad nos sabotean en el aspecto de la nutrición.
La principal fuente de proteínas de las personas que tienen una dieta omnívora se encuentra en los alimentos de origen animal, como leche, huevo, pescado, carne de res o pollo.
Por las mañanas te despiertas y notas que tu abdomen está inflamado, pero no sabes a qué se debe. Si este escenario es conocido para ti, es posible que debas cambiar algo en tu alimentación, pues tu cuerpo podría estar dándote señales de que requiere algo en específico.
Cuando se trata de bajar de peso, siempre te dirán que hay una manera de lograrlo mucho más rápido que el resto, ya sea por dieta, ejercicio o algún tipo de receta mágica que probablemente no es muy confiable.
Comer saludable no tiene que estar peleado con el sabor. Aunque muchas personas creen que seguir una dieta significa sacrificar todo lo delicioso por un menor consumo de calorías, en realidad no es así.