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Tal vez Jerusalén no sea el problema, sino la solución

“Cuando Donald Trump declaró durante su campaña electoral que reconocería Jerusalén como capital de Israel y movería la embajada a aquella ciudad, los críticos pronosticaron que eso iba a provocar un nuevo conflicto armado entre Israel y los países árabes. Nada más lejos de la realidad”.
Opinión
Fundadora y Directora Ejecutiva de Fuente Latina (FL).
2019-05-15T12:22:18-04:00
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Discurso de Benjamin Netanyahu durante la inauguración de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén. Crédito: Sebastian Scheiner/Ap

El 16 de mayo de 2018 Guatemala, con su presidente Jimmy Morales al frente, inauguró su legación diplomática en Jerusalén, dos días después de que lo hiciera Estados Unidos.

Con la presencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su esposa y personas relevantes el líder guatemalteco expresó su cercanía a Israel y el líder israelí recordó que Guatemala “siempre ha estado entre los primeros”, refiriéndose al tradicional apoyo del país centroamericano al proyecto judío.

Jerusalén presenta una sensibilidad política que no tienen otras ciudades en el mundo, y cuando el presidente estadounidense Donald Trump declaró durante su campaña electoral que reconocería Jerusalén como capital de Israel y movería la embajada a aquella ciudad, los críticos pronosticaron que eso iba a provocar un nuevo conflicto armado entre Israel y los países árabes.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad.

En el último año, el primer ministro israelí ha visitado Omán, país árabe no pisado por ningún político israelí en los últimos 20 años, así como Chad, país africano de mayoría musulmana, y ha establecido o reestablecido lazos de entendimiento con seis países árabes y musulmanes más, según él mismo anunció.

El recelo a Irán que sienten aquellos países sin duda ha ayudado a este acercamiento y política de “normalización”, según palabras del propio Netanyahu.

Pero es que además otros líderes de todo el mundo, desde Rumanía, Honduras, Brasil, Australia, República Checa, han expresado opiniones muy positivas sobre la capitalidad de Jerusalén y no han descartado mudar allí sus embajadas.

Varias visitas de Estado así lo atestiguaron. De estados asiáticos, como Filipinas e India, pero sobre todo de países latinoamericanos, con el esperado viaje del presidente brasileño Jair Bolsonaro, por ejemplo, el pasado mes de marzo, y el de Horacio Cartés, el anterior presidente paraguayo.

No cabe duda de la importancia de Jerusalén para los pueblos judío, cristiano y musulmán. Su nombre es mencionado 600 veces en las Sagradas Escrituras, la ciudad ha sido destruida y reconstruida en 17 ocasiones, judíos de todo el mundo y en todas las épocas han expresado en sus rezos el anhelo de regreso a Sión.

El año pasado dos países, Estados Unidos y Guatemala, apoyaron con su gesto esta otra normalización. Y la lógica indica que otros muchos países les seguirán.

Quizás Jerusalén no sea el problema, sino parte de la solución.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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