Carlos Andrés Pérez tenía 34 años y se ganaba la vida trabajando en un lavadero de autos. El hispano era aficionado de Millonarios, un club de fútbol colombiano, y murió desangrado tras recibir múltiples puñaladas y golpes a manos de un grupo de fanáticos de un equipo rival. Cristina Ortiz, madre de la víctima, exige que los responsables de la muerte de su hijo paguen por lo que hicieron.
Te puede interesar: Habitante de calle apuñala en el cuello a un hispano que paseaba a su mascota: el joven falleció.