¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad mental en la cual se desintegra la personalidad del paciente afectándose el pensamiento y las respuestas emocionales.
La forma en que se manifiesta es a través de alucinaciones y delirios paranoides, pero también se expresa en diversas disfunciones sociales, así como en la pérdida de la lógica racional.
Causas y factores de riesgo
Este trastorno psiquiátrico es uno de los más complejos. La ciencia aún no puede discriminar con seguridad las causas que lo provocan, pero se cree que un peso importante lo tienen los factores genéticos.
Existen determinados contextos que desarrollan la enfermedad en personas con predisposición a padecerla, lo cual quiere decir que si alguien tiene un antecedente familiar tiene mayores probabilidades de enfermar.
La condición se da tanto en hombres como en mujeres y, aunque aparece en la adultez, también puede desarrollarse en edades posteriores. Sin embargo, en las mujeres suele aparecer tardíamente y se da de manera más suave.
Rara vez se produce en la infancia, pero de ocurrir se le confunde con otros traumatismos mentales como el autismo.
Primeros síntomas
Los síntomas de la esquizofrenia son muy diversos y pueden aparecer juntos o aislados. En cualquier caso, suelen generarse lentamente, a través de meses y hasta de años.
Los pacientes tienen dificultad para mantener sus relaciones sociales y desarrollan problemas de ansiedad y depresión, llegando en ocasiones a tener comportamientos suicidas.
Las primeras señales incluyen irritabilidad, trastornos del sueño, falta de concentración. Luego aparecen dificultades emocionales, problemas de atención, delirios, sensaciones falsas, asociaciones libres del pensamiento, conductas extrañas, etc.
Síntomas avanzados
En estados más avanzados se producen síntomas paranoides: el enfermo está ansioso y tiene la idea de que alguien o algo quiere dañarlo.
Síntomas de desorganización de la personalidad: el paciente ya no puede mantener un hilo lógico al hablar, muestra poca emotividad y tiene comportamientos infantiles,
Síntomas catatónicos: falta de actividad, músculos rígidos, gestos raros en la cara y escasa respuesta a otras personas.
Tratamiento
La mayoría de las veces los enfermos mejoran con el tratamiento médico. Los familiares de estos pacientes deben recibir educación sobre la enfermedad y las maneras de apoyarlos.
También es importante que los compañeros de trabajo y demás personas de la comunidad implementen planes de ayuda, pues es una enfermedad que requiere mucho de la rehabilitación social.