Plantar más árboles ya no es la solución para salvar el planeta por exceso de CO2
Hay tanto CO2 en la Tierra que plantar árboles ya no es la solución para salvar el planeta del calentamiento global y sus consecuencias.
El calentamiento global es un problema ocasionado principalmente por la alta producción de residuos, el uso excesivo de fertilizantes, la deforestación, la quema de combustibles y el aumento de gases del efecto invernadero.
La urbanización y la explosión demográfica explican en parte el incremento en la producción de estos contaminantes que generan cambios en el ambiente que padecemos día con día.
Las consecuencias del calentamiento son cambios en la naturaleza que tienen efecto en la vida humana. Por ejemplo, el derretimiento de los polos, temperaturas más intensas, incendios, tormentas más intensas, inundaciones...
Cada año, los humanos emiten entre 30 y 40 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), causante del efecto invernadero, en la atmósfera.
Aunque el efecto invernadero es un proceso natural de la Tierra a través del cual regula su propia temperatura, el incremento artificial de CO2 ha desbalanceado este proceso, por lo que las temperaturas se elevan constantemente.
Desde hace años, los científicos y ecologistas han advertido que los países deben mantener el calentamiento global debajo de los 2ºC o las consecuencias podrían ser desastrosas. EL problema es que estamos cada vez más cerca de ese límite.
Una de las medidas propuestas para combatir el exceso de CO2 en el planeta es plantar muchos árboles, pues las plantas absorben CO2 para producir energía y liberan oxígeno residual.
Aunque suena a una alternativa viable, la realidad es que no hay suficiente espacio para plantar la cantidad de árboles suficientes que absorban el tanto CO2.
Para capturar solo el 10% del CO2 emitido anualmente, se necesitarían plantar 1.7 billones de árboles, lo cual abarcaría todo el territorio de Estados Unidos.
Considerando que, al quitar la urbanización de la ecuación, hubiera espacio suficiente; habría otro problema: los cultivos.
Si se eliminaran los cultivos para plantar árboles que pudieran absorber suficiente CO2, mucha gente moriría de hambre porque no habría alimento suficiente.
Aunque la reforestación del planeta sería de gran ayuda para evitar el calentamiento global, en realidad parece que el problema ha llegado a un punto sin retorno.
En 2012, los países miembros de las Naciones Unidas firmaron el acuerdo conocido como el Tratado de París, en el cual se comprometían a disminuir las emisiones de gases del efecto invernadero.
A partir de entonces, los cambios deben verse reflejados para 2023 y se hará una evaluación cada 5 años para controlar el calentamiento global.
A pesar de los esfuerzos, parece que la solución ya no está en plantar más árboles, pues no hay espacio, y los científicos buscan una nueva solución para el cambio climático.
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