¿La URSS inventó el primer celular de la historia? Al capitalismo no le gusta la idea
La historia apunta que el primer celular de la historia fue desarrollado por Estados Unidos; sin embargo, la URSS pudo haber ganado la carrera de la telefonía móvil una década antes.
La telefonía celular tiene ya casi 50 años de historia y, oficialmente, el primer teléfono móvil fue comercializado por Motorola en 1973 en Estados Unidos.
El DynaTAC 8000x fue el primer modelo de celular disponible al público en general y, a partir de entonces, los teléfonos han estado en constante evolución hasta convertirse en las potentes máquinas actuales.
Al ser comercializado, el teléfono celular es clasificado como un logro o un invento capitalista; sin embargo, la URSS ya había diseñado un dispositivo parecido una década antes de que Motorola vendiera su móvil.
Los teléfonos celulares surgieron como una necesidad militar más que comercial, pero los ejércitos se comunicaban por radios portátiles conocidos como walkie-talkies.
En 1917, el inventor finlandés Eric Tigerstedt presentó la patente de un un teléfono plegable de bolsillo con un micrófono de carbono muy delgado. En ese entonces no existía la tecnología para desarrollar su idea, así que fue desechada y retomada hasta casi medio siglo después.
La verdadera carrera de la telefonía celular surgió después de la Segunda Guerra Mundial como parte de la Guerra Fría y, en los 50, la URSS desarrolló el primer dispositivo móvil.
El invento es atribuido al ingeniero soviético Leonid Kupriánovich, que en 1953 presentó una especie de walkie-talkie que funcionaba como teléfono portátil.
El dispositivo pesaba más de un kilo y servía para hacer llamadas a una distancia de kilómetro y medio máximo, pero era un novedad para la época.
El invento de Kupriánovich apareció en los medios de comunicación científicos más importantes de la URSS y el gobierno empezó a utilizar su tecnología.
Kupriánovich no estaba contento con el desarrollo y en 1957 presentó un nuevo modelo llamado LC-1, que funcionaba como un centro de transmisiones para más de un usuario y podía establecer llamadas de hasta 30 kilómetros de distancia.
LC-1 tenía una batería autónoma de 30 horas, pero era muy pesado y solo podía realizar llamadas y no era capaz de recibirlas.
Un año más tarde, Kupriyanovich sorprendió a la URSS con una mejora de sus dispositivos presentando un teléfono rudimentario no más grande que la palma de una mano y capaz de hacer y recibir llamadas.
Todos los inventos de Kupriyanovich fueron utilizados con fines exclusivamente científicos o gubernamentales y nunca fueron comercializados, por lo que no se le atribuyó el invento del teléfono celular.
Además, sus primeros dispositivos eran un híbrido de radio y teléfono móvil, por lo que Estados Unidos se llevó el reconocimiento en 1963 con el invento de Motorola.
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