La sexualidad de los bebés empieza antes de lo que creías: qué deberías saber, según expertos
La sexualidad infantil es un tema del que casi no se habla, por ser tabú, pero es un aspecto fundamental en el desarrollo del niño y niña que algún día se convertirá en adulto, motivo por el cual es importante acompañarlos con una crianza responsable. Para ello, es crucial saber cuándo empieza la sexualidad en los bebés.
Sexualidad en los bebés: primera etapa
Alberto Griego, pediatra, neonatólogo y especialista en puericultura, y la psicóloga y puericultura Sandra Zampaloni, en su libro Crianza para principiantes, explican que la sexualidad de los bebés comienza desde el inicio del vínculo entre la madre y el bebé a través de los primeros contactos. Estos son muy importantes, ya que influirán en la formación de la psiquis, la personalidad y la sexualidad en la adultez.
De esta manera, entendemos que la boca es el centro erógeno, por lo cual, la sexualidad comienza por la vía oral y no genital. Con el tiempo, esta conducta se convertirá en un hábito que calmará al bebé frente a situaciones estresantes y le provocará satisfacción. Un ejemplo de ello es el chupete.
Desarrollo de la sexualidad infantil
El libro explica que el desarrollo de la sexualidad en niños y niñas se caracteriza por el descubrimiento de las partes del propio cuerpo, la autoexploración y el contacto corporal y afectivo con otras personas a través de besos, caricias o abrazos.
Así, comienzan a tomar conciencia de su propio sexo cuando perciben las diferencias sexuales entre niños y niñas y entre hombres y mujeres.
Segunda etapa del desarrollo de la sexualidad infantil
A partir de los 2 años, se produce la etapa del control de esfínteres, donde el niño toma conciencia de la eliminación de sus desechos. En este momento, comienza a realizar un juego vinculado a la expulsión y a la retención, donde encuentra placer, pero también puede ser molesto y doloroso.
A los dos años y medio, comienza la entrada oficial a la sexualidad, donde los niños y niñas realizan muchas preguntas (esas incómodas que los adultos no saben cómo responder), sienten mucha curiosidad, investigan, imitan conductas de su entorno a través de los juegos y hasta tocan y exhiben sus genitales con mucha frecuencia y sin sentir pudor ni vergüenza. En esta etapa, es muy común este comportamiento.
¿Cómo deben actuar los adultos?
Los autores del libro recomiendan en este período no evadir estas preguntas, ni censurarlas, sino responderlas con tranquilidad, de forma simple y ayudándoles a conocer y cuidar su cuerpo y también enseñándoles el valor de la intimidad.
Esta etapa se prolonga hasta los 3 y 4 años, donde además de las preguntas, también es sumamente común que comiencen a fantasear y armar relatos en función de sus vivencias respecto de la sexualidad.
A partir de los 6 años, los impulsos, sensaciones, placeres y temores de la sexualidad infantil, se transforman en aprendizaje, acallándose poco a poco hasta la pubertad, momento en que se reinicia la sexualidad, pero de otra forma.
Ya lo sabes, no hay temas prohibidos, solo debes acompañar la crianza de forma integral y responsable para el desarrollo saludable de tu bebé.