La pregunta que todas las mamás que acaban de parir necesitan escuchar, pero nadie les hace
Tener un hijo es una experiencia extraordinaria y llena de alegría, así como el descubrimiento de una nueva forma de amor. Pero, si hablamos con sinceridad, también es algo bastante complicado.
Para empezar, están todos los cambios físicos y emocionales del embarazo, a los que se suman los dolores y dificultades del alumbramiento (sin importar si es parto vaginal o cesárea).
Cuando las mamás sostienen por primera vez a su bebé en brazos, pueden sentir una mezcla de emociones que van desde la felicidad y hasta sentirse irritables por todas las molestias que ya mencionamos.
La situación se puede volver más compleja al tomar el nuevo rol como mamá: por más que te hayas preparado y mentalizado, surgirán situaciones que te llenarán de dudas o en las que no sabrás cómo actuar.
En medio de todo esto, es común que tanto amigos como familiares quieran ponerse en contacto con la madre para felicitarla y preguntarle sobre todo lo relacionado con el recién nacido.
«¿Cuánto pesó? ¿A quién se parece? ¿Cuándo puedo conocerlo?», son algunas de las preguntas más comunes en esta etapa.
No obstante, por muy bien intencionadas que éstas sean, muchas personas suelen olvidar la pregunta más importante para las mamás: «¿Cómo estás o cómo te sientes?».
De acuerdo con un estudio realizado por la aplicación FitTrack, los familiares, amigos y hasta las mismas parejas suelen preguntar primero por el bebé que por el bienestar de la mamá.
Esto tiene importantes repercusiones en el estado emocional de las mujeres. El 42 por ciento de las mamás encuestadas aseguró sentir que estaba perdiendo su identidad al convertirse en madre.
Adicionalmente, el 49 por ciento dijo que ellas como personas dejaron de ser prioridad para sus amigos y familiares desde el embarazo. Es decir, desde antes de que llegara su bebé ya les preguntaban más por él niño o niña que por ellas.
La revista Parents señala que hacerle la sencilla pregunta «¿Cómo estás?» a una nueva mamá es muy importante, ya que le permite hablar de sus inseguridades, así como de cualquier posible síntoma de tristeza o depresión posparto, especialmente si se lo pregunta alguien de confianza o con más experiencia.
#1 Ayuda con cosas específicas
Un mensaje que diga «¿Con qué te puedo ayudar?» puede estar lleno de buenas intenciones, pero lo cierto es que las nuevas mamás tienen muchas cosas en las qué pensar y tal vez no tengan tiempo de darte una tarea.
En cambio, tú mismo puedes sugerirle una actividad para colaborar con ella: ayudar con los quehaceres de la casa (lavar los trastes, cambiar la ropa de cama), ir al supermercado, etc.
#2 Un poco de comida nunca está de más
Entre las cosas que puedes ofrecerle a una nueva mamá están los alimentos: llévale un par de comidas congeladas o listas para calentar y le quitarás una preocupación de encima. También puedes agregar algún antojo, en especial snacks saludables.
#3 No juzgues
Cada mamá tiene una manera diferente de hacer y resolver las cosas, así que cambia los comentarios que cuestionan sus métodos por frases positivas, como: «Admiro mucho tu esfuerzo», «Eres una mujer muy valiente» o «Es hermoso ver cuánto amas a tu bebé».
¿Qué opinas de que a las mamás no se les pregunte cómo se sienten? Cuéntanos en los comentarios si crees que se debería ser algo básico cuando las visitamos.
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