Evita la rivalidad entre hermanos: 6 consejos de expertos para que tus hijos se lleven mejor
Aunque te esfuerces por mantener la paz en el hogar, es muy probable que tus hijos peleen por juguetes, se acusen mutuamente y se burlen o critiquen entre sí.
Durante la infancia, los hermanos constituyen una pieza fundamental en la vida del otro: viven, comen, duermen y pelean juntos. Esto da lugar a una relación muy íntima… y muy competitiva.
Karen Doherty, autora del libro Sibling Rivalry, explica que 8 de cada 10 hermanos discuten habitualmente en los primeros años de vida.
No obstante, si la rivalidad crece, puede afectar seriamente su salud emocional y su relación.
¿Rivalidad entre hermanos? ¡Nunca más!
Te mostramos 6 consejos para controlar y prevenir esta situación, sin perder la cabeza en el intento.
Una vez que los pongas a prueba, la paz regresará a tu hogar y tus pequeños se volverán inseparables.
#1 Toma en cuenta sus necesidades
Para la mayoría de los padres, es importante tratar a todos sus hijos de la misma forma. Aún así, es común que los niños se quejen de que las cosas 'no son justas' y que no están recibiendo el mismo trato que el otro hermano.
Para evitar que esto suceda, la Academia Americana de Pediatría sugiere que platiques con tus pequeños y les expliques que sus necesidades no son idénticas; por lo tanto, no puedes tratarlos igual ni darles las mismas cosas.
Esto no significa que tengas favoritismos, sino que aprecias las cualidades que hacen especial a cada uno y las tomas en cuenta para que su crianza sea mucho más cariñosa y empática.
#2 Nunca los compares
Comentarios como «tu hermano es más inteligente» o «deberías de ser tan talentoso como él», pueden afectar gravemente sus sentimientos.
Es muy fácil que un pequeño malinterprete tus palabras y piense que no es tan bueno como su hermano.
El Dr. Justin Coulson, psicólogo y experto en crianza, menciona que compararlos provoca que los niños se sientan superiores o inferiores a sus congéneres, lo que transforma su relación en una competencia.
Cada persona es diferente, concéntrate en los aspectos positivos y las fortalezas de cada uno de tus hijos, en lugar de enfrentarlos. Verás que así se llevarán mucho mejor y se apoyarán entre sí.
#3 Mantente al margen
Aunque tengas que involucrarte para evitar golpes o insultos, siempre debes mantenerte al margen y evitar tomar algún lado, subraya la AAP.
Explícales que deben buscar alternativas para resolver sus conflictos y llevarse bien, de otra forma no podrán comunicarse entre sí y nadie escuchara sus demandas. Bajo ninguna circunstancia, deben alzar la voz ni recurrir a los golpes (esto también te incluye).
Llévalos a una habitación en donde estén tranquilos y siéntalos en una mesita o el sillón, deja que platiquen y funge como mediadora. Si notas que están muy violentos o a punto de entrar en crisis, sepáralos por un par de minutos.
Cuando estén más tranquilos, anímalos a platicar y dales su espacio. Una vez que solucionen sus conflictos, recompensa su buen comportamiento.
#4 Sé justa e igualitaria
Siempre debes escuchar los dos lados de la historia.
No dejes que el enojo nuble tu visión y dales la oportunidad de ser escuchados; si los reprimes o eres injusta puedes dar paso a sentimientos de frustración y resentimiento, afirma una investigación publicada en la Biblioteca Nacional de Medicina.
Asimismo, es importante que seas consistente e igualitaria.
Por ejemplo, si permites que tu pequeño se quede despierto hasta las 9 pm a los 10 años de edad, el hermano menor debe tener las mismas oportunidades cuando llegue a ese punto.
#5 Respeta su privacidad
Si es necesario que reprendas o castigues a alguno de los dos, hazlo en un lugar privado y a solas. No es necesario que lo avergüences delante de su hermano y otras personas.
Asimismo, recuerda mantener una actitud tranquila, firme y amorosa.
No se trata de una lucha de poder, sino de que le muestres la forma correcta de expresar sus sentimientos y que aprenda a solucionar sus problemas con una actitud respetuosa.
Existen muchas técnica que pueden ayudarte a lograrlo fácilmente, por ejemplo; el método del sándwich o la disciplina positiva.
#6 Dedica tiempo para ambos
El Hospital Infantil Rady Children's, en San Diego, explica que el deseo desmedido de atraer la atención de los padres puede dar lugar a sentimientos de envidia, celos y resentimiento.
La inseguridad provoca que los pequeños se vean como enemigos y eviten relacionarse o pasar tiempo juntos. En este caso, lo más adecuado es programar actividades que le interesen a cada uno y unir a toda la familia.
Si uno de tus hijos quiere ir al parque a jugar fútbol y el otro a patinar, trata de buscar un sitio que beneficie y haga feliz a ambos.
O bien, dales la oportunidad de negociar sin tu ayuda. Eventualmente, aprenderán a resolver sus conflictos y podrán involucrarse en los intereses del otro.
Finalmente, si la rivalidad ocasiona problemas matrimoniales, pone en peligro a algún miembro de la familia, daña el bienestar psicológico de los involucrados o se relaciona con trastornos mentales como la depresión o el TDAH, es necesario ir con un especialista.
Prueba estas recomendaciones de los expertos y mantén un ambiente saludable que les permita convivir adecuadamente y sin enfrentamientos.
Después de esto, tus hijos se volverán mejores amigos. Es un ganar-ganar ¿no lo crees?
Y tú ¿cómo manejas la rivalidad entre tus pequeños? Comparte tus mejores tips en los comentarios.
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