Kintsugi, la técnica japonesa que te enseña a convertir las heridas del pasado en aprendizaje
La vida está llena de alegrías y momentos memorables. Sin embargo, también existen eventos traumáticos y pérdidas que pueden ser difíciles de superar.
Existe una técnica japonesa que tiene como objetivo convertir esos sucesos dolorosos en algo positivo. Su nombre es Kintsugi y esto es en lo que consiste.
¿Qué es el Kintsugi?
Se trata de un antiguo arte japonés que se utiliza para reparar la porcelana vieja que se rompió. El fin es restaurarla para que pueda ser utilizada nuevamente.
Sus orígenes se remontan al Antiguo Japón, a finales del siglo XV. La técnica consiste en reparar piezas rotas de cerámica utilizando una resina, llamada Urushi, y polvo metálicos de oro, plata o platino.
La magia del Kintsugi es que una vez que la pieza es recuperada, ésta recobra vida y un nuevo resplandor gracias a las cicatrices que le dan luz. Se piensa que los fundamentos este arte pueden aplicarse en la vida personal.
Kintsugi, una forma de sanar
Diversos psicólogos comenzaron a plantearse la idea de aplicar el Kintsugi para superar decepciones, después de percatarse de que muchas personas se describían quebrantadas o rotas luego de vivir un trauma.
La filosofía del Kintsugi consiste en apreciar la belleza que tienen nuestras propias cicatrices, reconociéndolas como partes de nuestra esencia y aprendiendo a repararlas para mejorar la versión de nosotros mismos.
Como lo indica la revista Psychology Today , son estas vivencias las que nos fortalecen y nos hacen evolucionar. A la vez, dan una nueva perspectiva sobre la vida, aumentan la capacidad de resiliencia y te dan el impulso para seguir adelante después de una caída.
Cómo practicar el Kintsugi en tu vida
Para volver el Kintsugi parte de tu día a día, puedes seguir una serie de consejos que te ayudarán a superar cualquier obstáculo que se te presente.
#1 No temas recordar
Recordar aquello que te lastimó en el pasado puede ser un proceso doloroso, pero te ayudará a aprender de tus errores y a identificar lo que quieres para tu futuro.
#2 Sé perseverante
Aprender esta filosofía de vida es un proceso lento que requiere de paciencia. Es probable que algunos días te sientas derrotado y sin ganas de seguir. Esto no significa que estés fracasando en repararte, sino que forma parte de tu transformación.
#3 Date el tiempo que necesites
Descansar, dormir bien y divertirte también son pasos fundamentales del Kintsugi. Es como dejar que el pegamento respire para dar paso a que las heridas sanen y así llegar a la recuperación.
#4 Aférrate a lo que amas
Para terminar este proceso, es importante enfocarte en lo que amas para así restaurar lo que está roto. Puede ser un hobby, tu trabajo, pareja, familia o amigos.
#5 No temas pedir ayuda
El Kintsugi es más fácil de alcanzar si se tiene la ayuda de otros. No tengas miedo ni te avergüences de ir a terapia, acudir a grupos de apoyo o desahogarte con tus seres queridos.
Con estos hábitos, el Kintsugi se volverá parte de tu vida, y te ayudará a seguir adelante y sacar lo positivo de tus experiencias dolorosas.
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