El parche anticonceptivo no es para todas las mujeres: mira quiénes no deberían usarlo
Hay dos principales razones por las que una mujer decide usar un método anticonceptivo: ya sea que está esperando el momento adecuado para embarazarse o simplemente ser madre no está dentro de sus planes de vida.
En cualquier caso, los métodos para evitar un embarazo son varios y muy efectivos. Uno de ellos es el parche anticonceptivo.
La Clínica Mayo explica que el parche funciona de una manera muy parecida a las píldoras anticonceptivas combinadas: al liberar hormonas en el torrente sanguíneo de la mujer, se evita el embarazo.
El parche secreta las hormonas estrógeno y progestina, que evitan que los ovarios liberen un óvulo. Además, se espesa el moco cervical, haciendo más difícil que los espermatozoides lleguen hasta el óvulo.
Planned Parenthood señala que este método anticonceptivo tiene una efectividad del 91 por ciento, tomando en cuenta que, en ocasiones, se pueden cometer errores al usarlo.
Lo cierto es que el parche es uno de los métodos anticonceptivos más sencillos de utilizar, ya que solo se debe cambiar una vez a la semana, a diferencia de las pastillas que se toman todos los días.
El parche se debe aplicar en un área seca y limpia de la piel, ya sea en la parte superior externa de tu brazo, de tus glúteos o espalda.
Una ventaja que tiene es que puede provocar dos reacciones diferentes: regular la menstruación o detenerla por completo de esta. En el primer caso, se renueva el parche sin interrupción cada semana, mientras que en el segundo se debe se dejar una semana sin usar para permitir el sangrado.
A pesar de todos estos beneficios, el parche anticonceptivo no es recomendable para todas las mujeres.
La Clínica Mayo especifica que quienes tengan alguna de las siguientes condiciones no deben usarlo:
- Ser mayor de 35 años.
- Sufrir dolores de pecho o tener antecedentes de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o presión arterial alta.
- Antecedentes de cáncer de mama, de útero o hígado.
- Pesar más de 90 kilos.
- Padecer una enfermedad hepática o migrañas con aura.
- Sufrir complicaciones derivadas de diabetes en riñones, ojos, nervios o vasos sanguíneos.
- Presentar sangrado vaginal sin causa aparente.
- Tener programada una cirugía (a corto plazo) que limitará la movilidad.
- Tomar medicamentos o suplementos herbales.
- Presentar un color amarillento en los ojos o piel (ictericia) en el embarazo o la última vez que utilizaste anticonceptivos.
Tu ginecóloga también puede recomendarte otras opciones en vez del parche anticonceptivo si:
- Diste a luz recientemente o estás amamantando.
- Tuviste un aborto espontáneo o tienes programado uno.
- Crees tener un bulto en el pecho o notaste alguna irregularidad en tu último autoexamen de mamas.
- Tomas medicamentos para la epilepsia.
- Presentas altos niveles de colesterol y/o triglicéridos.
- Tus menstruaciones son irregulares.
- Sufres depresión.
- Padeces enfermedades de la piel, como como psoriasis o eczema.
Para decidir cuál es el mejor anticonceptivo para ti debes consultar con tu médico de cabecera, ya que conoce tu historial mejor que nadie.
¿Sabías que el parche no es recomendable para todas mujeres? ¿Tienes alguna de las condiciones que mencionamos y aun así lo usas?
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