El herpes labial puede querer decir una de estas 8 cosas sobre tu salud
El herpes labial o herpes oral, es una infección que aparece en los labios, la boca, las encías o la piel y es producida por el virus del herpes simple de tipo 1. Se caracteriza por provocar pequeñas ampollas dolorosas, comúnmente llamadas úlceras, calenturas o fuegos.
Aproximadamente el 80% de la población tiene el virus, el cual comúnmente se contrae en la infancia y permanece «dormido» en el organismo hasta que ciertos factores desencadenantes lo hacen despertar, indicando cuestiones relacionadas con tu salud. Conoce de cuáles se trata para poder prevenirlo.
Herpes bucal: factores que lo generan
1. ¿Te estás exponiéndote de más al sol?
Si el virus se encuentra en tu organismo debes sobreproteger tus labios de los rayos ultravioleta, ya que es un factor desencadenante común de estas lesiones cutáneas.
2. Estrés
Si sufres de herpes labial sabes que puede aparecer en el momento menos indicado, como por ejemplo, el día de una entrevista de trabajo. Llevar una vida equilibrada y saludable es fundamental para evitar los nervios, la ansiedad y la tensión.
3. ¿Tienes fiebre?
Las altas temperaturas en el cuerpo, un resfrío, dolor de garganta y la inflamación de los ganglios linfáticos favorecen la aparición del herpes.
4. Falta de descanso
No dormir ni descansar lo suficiente puede provocar que el herpes despierte.
5. Exposición al frío
Las bajas temperaturas repercuten en la piel, ya que generan labios cortados y resecos (más propensos a la infección) y aumentan la posibilidad de que el virus reaparezca y vuelva a manifestarse.
6. Ciertos fármacos
Los medicamentos con esteroides, como los que se utilizan para el asma, pueden desencadenar la infección.
7. Desorden hormonal
Cambios en la menstruación o el inicio de la menopausia pueden propiciar un herpes labial.
8. Inmunosupresión
Cualquier situación que debilite el sistema inmunitario o baje las defensas puede provocar la aparición del herpes oral.
Herpes labial: tratamiento
Si el virus se encuentra en tu organismo, no tiene cura, pero ante su aparición, la utilización inmediata de fármacos antivirales harán más breve el curso de los síntomas y aliviarán el dolor. Los medicamentos deben ser recetados por un médico y pueden ser comprimidos orales o cremas.
Recuerda lavar las ampollas con abundante agua y jabón antibacterial para minimizar las posibilidades de que el virus se propague a otras zonas de la piel y coloca hielo en la herida para calmar el dolor.
Para prevenir el contagio procura evita: el contacto piel a piel con otras personas mientras las ampollas estén, no compartas bálsamos labiales y toallas, trata de mantener limpias tus manos antes de tocar cualquier cosa.
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