Simon Velez, la desconstruccion del narco
Por Gerardo Reyes y Yezid Baquero
Simón Vélez es un reconocido arquitecto colombiano que se hizo famoso internacionalmente por el uso de guadua, un tipo de bambú, como componente estructural de sus construcciones. Lo llama el “acero vegetal’’. Vive en Bogotá. Conoció a Lehder en su juventud cuando el narcotraficante había regresado a Colombia de sus aventuras de drogas y rock and roll en las Bahamas. Lehder quería construir una nueva Armenia, su ciudad natal.
¿Cómo conoció a Lehder?
“Yo conocí al Lehder cuando ambos éramos muy jóvenes. Él también es del mismo año mío 1949, Llegó un momento en que se fue a vivir al Quindío y se volvió una persona muy famosa y por alguna circunstancia lo conocí. Uno de sus amigos me llevó al Quindío porque quería hacer varias construcciones. Afortunadamente nunca se hizo nada de lo que diseñé para Lehder o si no, sería tristemente célebre.
¿No construyó nada para él?
A algunos de sus amigos sí les hice cosas y durante esa época, como yo soy de Manizales y vivía en el Quindío, en esa época fui testigo de la calamidad que hubo de toda una generación de jóvenes de buena familia, de mediana familia, de regular familia, que en el Quindío andaban con Lehder y se dedicaron al bazuco [base de coca mezclada con otras sustancias, generalmente tóxicas como acetona y gasolina] . Eso fue una tragedia y el mismo Lehder fue el que más reaccionó contra esa peste del bazuco. Lehder era demasiado marihuanero, pero no era bazuquero y trató de combatir casi con pena de muerte el vicio del bazuco. Y no lo logró.
¿Cómo era Lehder en esa época?
Como yo no era bandido, yo era un arquitecto joven, era amable conmigo. Él era muy bien educado, pero no es que hayamos sido amigos del alma, éramos simplemente conocidos y nunca les construí nada porque era un tipo muy disperso. Como era tan importante, él fue realmente el primer narcotraficante que hubo en Colombia que se inventó la logística, de que el tráfico fuera en aviación por lo grande en aviones completos y compró una isla en Bahamas y aterrizaba allá y hacia escala logística. Y ya era muy delirante por haber sido tan rico en un momento dado lo volvió un tipo con muchos delirios de grandeza y le dio por hacer política. Y la política es para los políticos el que se meta de mafioso o de empresario o banquero como Jaime Michelsen. Alguna vez se ponen a hacer política y se estrellan.
¿Cómo reaccionó la sociedad de Armenia cuando Lehder decidió aterrizar alla y empezar con todos esos proyectos que tenía la Posada Alemana, la empresa esta Cebu Quindio?
La empresa se llamaba Cannabis Club del Quindío, pero él por mamar gallo para decir pa’fuera, le decía Cebú Quindío. Pero el nombre real era Cannabis Club del Quindío y de todos modos tuvo mucha aceptación porque en esa época estos bandidos no habían empezado a matar la gente que matan ahora era una especie de Robin Hood.
¿Estuviste alguna vez en la Posada Alemana?
Varias veces.
¿Y cómo era ?
Me tocó la inauguración que la hizo monseñor Castrillón, que era el obispo de Pereira, y la estatua [de John Lennon] se le encargó Carlos Lehder al maestro Arenas Betancur y no sé dónde está esa estatua, pero fue todo un evento y la Posada Alemana tenía la pretensión de parecer alemana, pero era una arquitectura muy traída de los cabellos, forzadamente alemana. Pero él [Lehder] empezó ya a delirar. Ya estaba muy loquito cuando hizo eso y después mucho más loco.
¿Y en cuestión de fiestas y mujeres?
Era muy mujeriego, pero todos éramos muy mujeriegos, en esa época no era pecado. Eso se ha vuelto pecado, es ahora, pero antes no era pecado, no era gay. Ahora tratan de decir que él andaba rodeado de muchachitos. Yo no le conocí la faceta gay, no se la conocí.
¿Recuerdas a qué autores y qué tipo de libros leía?
Él se hacía acompañar por una temporada muy larga de alguien que respetaba mucho que se llama el poeta Mejía de Pereira. No me acuerdo el nombre, pero es un poeta importante porque tengo una hija que estudia un doctorado en Nueva York en literatura en español y habla de él con mucho respeto. Y yo lo conocí, pero nunca lo respeté porque era un personaje muy extraño, con un bastón, con unos ojos de lechuza de rubíes que lo miran a uno y era muy pavoroso ver eso. Pero a él le tenía mucho respeto a ese poeta. Pero ese poeta no era ningún nazi, era realmente un poeta importante. Pon en el doctor Google el poeta Mejía, Pereira, ahí le sale, está vivo en Cartagena tengo entendido. Lehder no era intelectual, no lo era. Le gustaba comer muy bien y siempre tenía un chef extranjero que le cocinaba y no era alcohólico, pero tomaba buen vino en los almuerzos, como Simón Bolívar, que no era alcohólico, pero tomaba vino.
Él se casó allí con una señora Liliana García, tengo entendido
Yo no creo que él realmente se haya casado. Tuvo varias mujeres y tuvo hijos con varias mujeres. Conocí a Liliana García, también de lejos, pero era una mujer muy bonita. También del Quindío no era blanca, era más bien morena, y muy, muy despierta. Pero no era la mujer de Lehder, era una de las mujeres de Lehder. Ninguna mujer puede presumir de que era la mujer de leer. Él era muy mujeriego. Pero cada mujer quería ser la mujer de Lehder porque el tipo era muy bien plantado y el atlético, y aparte de eso, era muy rico. Era un tipo con muy buena figura y de muy buenos modales, era muy querida persona.
¿Qué sabes de los hermanos?
Conocí mucho a uno muy bohemio, que era que él lo patrocinaba, pero nunca estuvo en los negocios de Lehder. Tenía una finca en Armenia que se la regaló Carlos y le gustaba mucho el vino. Y era artista, pero un artista sin obra. Tenía otro hermano que era como ejecutivo, muy cercano al papá, pero muy ajeno a Carlos, y una hermana que yo no conocí nunca, que vivía en el Quindío, pero era muy aparte de él
¿Cuál de los varones que me describes es Federico?
Federico era el bohemio, muy querida persona y yo fui buen amigo de él, de ese sí era amigo personal y me gustaba mucho visitarlo y era un tipo gran conversador y se tomaba un buen vino.
¿Federico a qué se dedicó?
Tenía la mejor profesión del mundo que es tener hermano rico
¿Qué automóviles mantenía Lehder en Armenia?
Mantenía muchos carros muy lujosos y la gente que trabaja con él siempre estaba estrenando un automóvil, último modelo de cualquier marca alemana, principalmente marcas alemanas, no porque fueran así, sino porque los mejores carros son alemanes desde hace mucho tiempo. BMW sobre todo, no era la época de los Toyotas.
Un biógrafo de Lehder dice que él pagaba a las muchachas, les ofrecía dos o tres millones si le daban un hijo varón. ¿Escuchaste algún vez eso?
No creo, esos son mitos urbanos. Pero los hijos que tuvo se hizo cargo de ellos cuando tenía con qué. Después ya no, por obvias razones. Pero sé que tuvo hijos que ya no tienen su apellido porque no les interesó seguir con esa carga. Tuvo hijos e hijas. Yo creo que él tuvo hijos, hombres y mujeres de los que no sabemos sus apellidos y eso lo dejaron en el olvido, porque esas familias con las que él tuvo hijos no consideran ya políticamente correcto recordar el apellido de Lehder.
¿Y cómo era la relación con Pablo Escobar al principio?
El que volvió ricos a todos esos bandidos de Medellín fue Carlos Lehder y ellos lo apreciaban mucho porque fue el origen de sus fortunas. Todos reconocen que él en esa época fue el pionero. Y fue el primero que se enloqueció de esos. Y lo enloqueció el exceso de marihuana y el exceso de dinero. Esos personajes no aguantan tanta, tanta energía, que da el dinero. El dinero los destrozó. Tenía alguien que le estaba ofreciendo y armándole sus varillos [cigarrillos de marihuana], el oficio a alguien cercano a él era siempre armarle los varillos. Nunca lo vi armando un varillo, siempre se lo entregaban hecho y fumaba realmente todo el día
¿Algún amigo americano que tú hayas conocido en Armenia que él lo haya invitado??
Me acuerdo de un cónsul gringo en esa época que sí conocí. No sé cómo se llamaba, pero era muy amigo de todos los amigos de él y era cónsul.
¿Cónsul de Estados Unidos?
Alguien que tenía categoría de cónsul allá y él iba allá y era un personaje muy apreciado por todo el círculo de Lehder
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