Oscar Arroyave, el abogado persistente
Por GERARDO REYES y MARGARITA RABIN
Oscar Arroyave es un abogado de origen colombiano que trabaja en Miami. Se especializa en la representación de narcotraficantes. Durante años asesoró a Carlos Lehder en su batalla legal para que el gobierno de Estados Unidos cumpliera con el compromiso de concederle una reducción de sentencia por su testimonio contra el exdirigente panameño Manuel Antonio Noriega.
Lehder finalmente salió libre en junio de 2020. Sus primeras palabras de agradecimiento fueron para Arroyave. Univision Investiga entrevistó al abogado para el programa un especial de Aquí y Ahora “Carlos Lehder: bonanza y ruina del capo que hizo a Escobar”.
¿Cuál es el origen de los problemas de Lehder con el gobierno de Estados Unidos en relación con su reducción de sentencia?
Vino la oportunidad del caso del general Noriega y quien en esa época era jefe del FBI era Robert Müller, dio la orden para que solicitaran la cooperación de Carlos. Carlos lo pensó y aceptó y le pusieron un abogado de oficio para que hiciera el acuerdo de cooperación. Y ese acuerdo era la segunda oportunidad que Carlos tenía para salvar el caso. Pero desafortunadamente no se aprovechó esa oportunidad porque la persona que preparó ese acuerdo no lo preparó muy bien. Quedó un poco ambiguo y a raíz de eso no le quisieron reconocer los 30 años, el límite de los 30 años que habría bajo el tratado extradición. Carlos fue el testigo clave del gobierno americano contra Noriega y ahí hubo un fallo muy, muy grande de parte del abogado que lo que hizo el acuerdo de cooperación, porque el testimonio de Carlos en el caso de Noriega era tan valioso que eso merecía que lo debiera haber soltado en ese momento a él. O sea, el beneficio que le correspondía a él por la cooperación contra Noriega
Si usted hubiera sido el abogado de Lehder cuando fue traído de Colombia, ¿le hubiera recomendado que se declarara culpable?
Si yo hubiese sido el abogado de él desde el primer momento, le hubiera sugerido que le convenía declararse culpable. El problema que hay con eso es que uno como abogado defensor, cuando le dice a un cliente que le va a cobrar una cantidad de honorarios para que él se declare culpable, el cliente piensa que uno está engañándolo. Piensa que uno lo que quiere es llevarse el dinero y no hacer el trabajo. Pero la verdad es que en muchos casos es lo que más le conviene al cliente
¿Por qué le hubiera recomendado que se declarara culpable?
En el momento que el gobierno anuncia que esa persona va a ir a juicio todo el mundo en la cárcel que se entera de eso se apunta como testigo y dicen que traficaron con esa persona, que hicieron cosas. O sea, todo el mundo en la cárcel llama a eso montarse en el bus. Y en esa situación el bus es Carlos Lehder, o sea, el caso de Carlos Lehder. Creo que hubo ciento y pico de testigos en el caso y cuando alguien va a ir a juicio, los otros en la cárcel se ponen felices porque para ellos es una oportunidad para bajarse su sentencia.
¿Cómo recibió Lehder la noticia de que sería finalmente enviado a Alemania? ¿Cuál fue su reacción?
Sabíamos que había una alta probabilidad de que iba a ocurrir, pero no exactamente cuándo y después de 34 años de estar encerrado, que le digan eso a uno es como una persona que se está ahogando y le dan oxígeno. Él estuvo extático, está feliz. Él todavía no puede creer que está disfrutando de su libertad en Alemania.
¿Cuál ha sido la persona más cercana a él durante todos estos años?
La persona que yo he conocido más cercana es María del Mar, la hija María del Mar. Ella ha estado al pie de él en todo. La hija Mónica ha estado en contacto conmigo. Yo no sé el contacto que ha tenido ella con él, pero recién me enteré que hay un problema entre ellos y que él más bien lo que quiere es distanciarse de Mónica.
¿Cómo describe usted a Lehder?
Mire, Carlos es un personaje de mucha personalidad. Una persona muy inteligente. Yo creo que si se hubiera dedicado a algo legal, como ser el ejecutivo de una corporación, ser un líder en alguna industria, hubiera podido ascender a una posición muy alta porque es una persona sumamente inteligente. Yo creo que la debilidad es que desestimó quién era el gobierno americano y uno nunca puede desestimar el adversario en esta situación. Creo que le costó al menos 18 años de su vida. O sea, lo que le quiero decir es que en el momento que él iba a empezar la batalla con el gobierno, él debiera haberse dado cuenta de que la familia del tío Samuel (Tío Sam) es una familia muy grande, que uno no puede estar en guerra con esa familia.
El hijo de Rodrigo Lara, a quien entrevistamos para esta investigación, nos dijo que va a seguir hasta el final para que Carlos le responda por el asesinato de su padre. ¿Qué tendría que decir al respecto?
Yo me siento muy mal como colombiano de la muerte del señor Lara Bonilla y me siento mal por la familia y por el hijo, por el sufrimiento de la familia del hijo, pero yo creo que Carlos no tuvo que ver en esa situación. Me preocupa que por sensacionalismo de pronto traten de hacer un caso donde no debe haber un caso.
Lo que pasa es que el caso ha sido declarado de lesa humanidad, que no tiene prescripción. ¿Qué piensa de eso Carlos? ¿Le preocupa?
Bueno, él no puede ser extraditado de Alemania. Yo no creo que él está preocupado porque lo vayan a llevar a Colombia a enfrentar cargos.
Aparentemente Lehder es una persona fuerte, pero ¿cuándo ha sido la oportunidad en que lo ha visto más frágil emocionalmente?
En preparación para esta entrevista yo hablé con él, le dije que yo iba a hablar con Univision y que si él tenía algo que quería expresar o aportar. Le pedí que si de pronto tenía algunas fotos que quería compartir. Él me mandó una foto de la familia, me mandó una foto del papá de él y también me mandó una carta. En la conversación que tuvimos por teléfono le pregunté que, si a él le tocará hacer las cosas otra vez, sabiendo lo que él sabe en este momento, qué es lo que haría diferente. No le hice esa pregunta con ningún propósito, solamente yo tenía curiosidad de saber la respuesta y la reacción de él me afectó. Primero hubo un silencio y pensé que nos habíamos desconectado, pero después lo oí a él llorando y me sorprendió totalmente. Yo nunca he visto una situación así. O sea, de mis clientes. Y él me dijo mire, usted me ha tocado un punto muy, muy, muy delicado, dijo, mi hijo una vez me dijo a mí: papá, a mí me hubiera gustado que usted hubiera escogido otra carrera, y luego el hombre se destruyó en un momento con eso. Él me ha dicho a mí que él aprendió en la cárcel que a él le tocaba pagar por lo que él hizo y que él no tiene resentimiento con el gobierno americano. Y que él piensa que el sistema carcelario funcionó en el caso de él, porque ha tratado de auto rehabilitarse y piensa que se ha rehabilitado y que no quiere nada más que ver con ninguna delincuencia.
¿Cómo perdió todo el dinero que tenía?
Yo soy abogado, no soy contador. Nunca hemos hablado de eso solamente el dinero que me pagaba a mí, pero aparte de eso, no he hablado del dinero con él.
¿Él le ha contado cómo era la relación con el papá y con la mamá?
En realidad, no. Me dice que él le tenía mucho respeto al papá. Él admira mucho al papá y hoy en día está muy agradecido con el papá, que le ha dado la ciudadanía alemana.
¿Cómo es su rutina hoy en Alemania?
Bueno, él está aclimatándose a la sociedad alemana. Me habla de que sale a caminar, que hay parques muy alegres, muy bonitos por ahí donde está viviendo. Está fascinado con los teléfonos celulares, que salió a conocerlos por primera vez después de treinta y pico años. Los mismos agentes que lo llevaron a él a Alemania, fueron quienes le enseñaron a manejar el celular. Está muy, muy impresionado con la zona donde está viviendo, con la cultura y la sociedad alemana.
Sabemos que su salud no es del todo buena, pues nos dicen que tiene cáncer de próstata, ¿Qué nos podría decir al respecto?
No tendría comentario sobre eso. Las veces que yo lo he visto, él estaba muy saludable.
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