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El auge y la caída de SEGA: repasamos y analizamos su historia

Publicado 27 Oct 2016 – 02:42 PM EDT | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
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Buena parte de la historia de los videojuegos se centra en Japón y más concretamente en compañías cuyos orígenes poco tuvieron que ver con la industria. Nintendo, con más de 100 años de vida, fabricaba cartas. Taito, de la década del 50, importaba y distribuía máquinas expendedoras. Konami, de finales de los 60, reparaba máquinas jukeboxes.

Esas empresas (y tantas otras más) vieron la oportunidad de volcarse al mundo de los bits y juntas pasaron a fundar una etapa esencial para la industria.

Pero si hablamos de empresas japonesas de videojuegos y más aún si mencionamos su archienemiga Nintendo, no podemos evitar hablar de SEGA.

SEGA nació en 1940 como fabricante de tragamonedas y jukeboxes y, al igual que las anteriores, llegado el momento volcó su industria a los juegos. Primero debió pasar por la fusión con Rosen Enterprises, una empresa especializada en importar máquinas estadounidenses.

Rosen no estaba conforme con los productos importados, por lo que decidió cambiar el nombre a SEGA Enterprises Limited y desarrollar sus propios juegos mecánicos. Para finales de los 60 y principios de los 70 exportaron juegos como Rifleman, Periscope (el más vendido) y Jet Rocket.

Los 70 fueron la revolución en videojuegos para salones de arcades. Monaco GP, Space Fighter, Bomber y World Cup fueron apenas algunos de las decenas de títulos publicados por la empresa que ya se había posicionado como una de las líderes a escala global.

Para los 80  SEGA continuaba siendo palabras mayores en arcades, por lo que su verdadero anhelo pasaba por incursionar en las consolas hogareñas. Así nacieron la SG-1000, una consola lanzada en 1983 que no duró más de un par de años, y la SC-3000, una plataforma similar a la SG-1000 pero en formato de teclado.

En 1985 SEGA se jugó con la Mark III, una consola de 8 bits destinada a competir con la bien posicionada Famicom ( NES) de Nintendo.

SEGA vio que no iba a buen puerto con la Mark III, por lo que decidió modificarla para finalmente lanzar un año después la Sega Master System. La consola de 8 bits ahora sí puso a la firma en las portadas gracias a las ventas logradas en el mercado europeo.

Para 1988 innovaron con la nueva consola de 16 bits Mega Drive, pero curiosamente no funcionó en Japón ya que el mercado lo controlaba la PC Engine de NEC. Debió apostar a Estados Unidos (bajo el nombre de Genesis), Sudamérica (en donde realmente se convirtió en un suceso) y posteriormente Europa.

Los 80 y 90 fueron el pico de éxito de la compañía. Por un lado desarrollaba varios de los mejores juegos arcade del momento ( Virtua Racing, Daytona USA, Virtua Cop, Wing War, Star Wars Arcade) y por el otro competía mano a mano en el mundo de las consolas con la gigante Nintendo,  incluso llegando a vender más que la firma de Mario en varios países (principalmente de Europa y Sudamérica). Y para completar el combo creó su propia mascota ( Sonic) a la que le fue muy bien, y su propia consola portátil y a color,  Game Gear.

SEGA quería mantenerse en la cima y para ello intentó innovar con una serie de productos. Los primeros fueron unos periféricos para la propia Mega Drive como la Sega Mega CD y lo más importante fue proclamarse como la primera en lanzar una consola de 32 bits gracias a la Sega Saturn.

Los periféricos de Mega Drive no tuvieron buenas ventas y la Sega Saturn, si bien sí las tuvo en Japón, en el mundo fue prontamente olvidada gracias a la nueva gigante PlayStation y a la reciente Nintendo 64.

La caída tenía tres aristas principales: el fracaso de la consola de 32 bits, la caída financiera tras haber invertido prácticamente todo en la Saturn y el lento adiós de los arcades.

SEGA optó por jugarse a todo o nada con su último proyecto: la consola de 128 bits Sega Dreamcast. Salió a la venta en 1998 y parecía ser la consola que le iba a dar vitalidad a la firma, pero el pronto lanzamiento de la PS2 de Sony junto a la GameCube de Nintendo y la nueva Xbox de Microsoft acabaron por enterrar la empresa de Sonic.

SEGA entró en un mar de incertidumbre. Se habló de fusiones, adquisiciones y hasta quiebra. Quien otrora era de las marcas más queridas por los gamers de todo el mundo tuvo que alejarse de sus seguidores.

La empresa debió sumergirse en un baño de humildad y aceptar trabajar en colaboración con varias firmas incluyendo la propia Nintendo y Namco para dedicarse principalmente al desarrollo de videojuegos.

El nuevo camino de SEGA le permitió subsistir dignamente hasta llegar a la actualidad y el futuro parece ser el mismo camino. Allá lejos quedó esa SEGA que, desarrollando tanto hardware y software, miraba desde la punta de la montaña al resto de su competencia. Y es que el mundo de la tecnología tiene esos pros y contras: así como te sube en ascensor, te baja de una patada.

¿Te gustaría que SEGA volviera a producir consolas?

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