A través de la práctica clínica realizada en los últimos tiempos se conoce que la sustancia llamada ketamina ―empleada en situaciones anestésicas o como alucinógeno― puede ayudar a disminuir la depresión en sujetos con este padecimiento. Los efectos tienen lugar en muy pocas horas. Este hecho ha planteado interrogantes a los científicos, quienes no logran entender los procesos que se producen en el cerebro cuando se suministra dicha droga.
Por esta razón se han comenzado a realizar diversas investigaciones. Primero, para confirmar que ciertamente la ketamina alivia los estados depresivos en los organismos. Segundo, para lograr una descripción válida de todo el proceso que dé cuenta de cada detalle de la región cerebral mientras la droga interactúa con nuestras neuronas. ¿Qué sustancias se generan? ¿Cómo responde el cerebro a estas reacciones?
Como es habitual en este tipo de experimentos, se colocaron ratones propensos a deprimirse en condiciones estresantes, luego se les suministró una dosis de ketamina. La respuesta confirmó lo esperado: pasados 30 minutos, los síntomas comenzaban a reducirse en los ratones, mostrándose respuestas normales adecuadas a la situación.
Ya desde antes se sabía que la ketamina bloquea determinados receptores en el cerebro. Por tanto se emplearon otros componentes para efectuar el bloqueo y los resultados nuevamente mostraron disminuciones en la depresión de los roedores. Lo que también descubrieron los investigadores es que con los compuestos alternativos se inhibe la producción de ciertas proteínas, mientras que con la ketamina se genera un tipo específico de proteína. Ello prueba que con los procesos depresivos se relacionan diferentes moléculas.
Otro hallazgo fue igualmente extraordinario: el bloqueo de la ketamina no se produce si los receptores del cerebro se están empleando para enviar mensajes o realizar actividades de mucha complejidad, sino cuando se crean r uidos cerebrales de fondo, de donde se infiere que la depresión está ligada totalmente a estas últimas acciones. Lo que realmente haría la ketamina es limitar estas actividades de fondo que realiza el cerebro.
Simultáneamente, se logró aislar una nueva molécula que realiza la misma función que la ketamina. Para la medicina resulta muy útil encontrar una sustancia similar que ayude a reducir las depresiones, pues esta droga tiene altos riesgos de que el paciente abuse de ella. Sin embargo, los científicos advierten que se encuentran en una etapa experimental, donde aún se ignora si esta nueva molécula pueda ser usada en los humanos y si existen otros mecanismos cerebrales que impliquen la depresión.